Luisana Colomine
“Para ser diplomático hay que hablar un buen número de lenguas, incluyendo el doble lenguaje” (Carey McWilliams) Superados los vapores de la maratónica sesión de este miércoles en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (CP/OEA), es necesario hacer algunos comentarios sobre lo ocurrido, especialmente porque el secretario general de la OEA, Luis Almagro, insiste en convocar la reunión de ese cuerpo colegiado para seguir analizando la situación de Venezuela. El discurso de la oposición cambió en cuestión de horas y revirtió los resultados del CP/OEA a su favor a pesar de que mientras se desarrollaba la sesión en Washington, en Caracas hubo insultos contra la delegación argentina y descalificaciones a Mauricio Macri a quien ahora llaman “micro”. Se acusó a la delegación argentina de ser “débil” y las baterías mediáticas opositoras enfilan contra Juan José Arcori, presidente del CP/OEA y de la delegación de Argentina ante el organismo. Se habla de turbias negociaciones con Venezuela para favorecer candidaturas ante la secretaría general de las Naciones Unidas, etc, etc, con el propósito de opacar un incuestionable triunfo de Venezuela en medio de tantas tempestades. La oposición, experta en interpretaciones, como aquella que hicieron de una reciente decisión sobre un juicio de guarda y custodia del TSJ ¿recuerdan? Dijeron que el Máximo Tribunal había admitido que Nicolás Maduro supuestamente es colombiano al aprobar que en caso de múltiples nacionalidades prevalece la venezolana. Bueno, ya están interpretando que el CP/OEA favorece el revocatorio. Ahora bien: ¿quién ganó y quién perdió? Al mejor estilo de un periodismo que rechazamos como ese tan de moda en algunos medios: “las claves de…” por ser una forma de agenda setting propia del discurso hegemónico, ofrecemos este análisis. Si algo hemos aprendido es que el lenguaje diplomático está lleno de eufemismos. “Cuando un diplomático dice sí quiere decir quizás; cuando dice quizás quiere decir no y si dice no, no es diplomático”, leemos en una frase anónima. Por eso cada documento que sale de esas reuniones tiene muchas lecturas e interpretaciones. Sus autores cuidan cada detalle, cada coma, porque saben el peso que eso tendrá después. Sobre esto el periodista austríaco, Karl Kraus (1874-1936), escribió: “La diplomacia es un juego de ajedrez en el que a los pueblos se les da jaque mate”. Detalles En la declaración aprobada ayer, identificada como CP/DEC. 63 (2076/16), hay algunos detalles: por ejemplo, en el único considerando del escrito se lee que “la democracia representativa es condición indispensable para la estabilidad”, pero en Venezuela lo que rige es la democracia participativa y fuimos testigos de los densos debates que se dieron en la Asamblea Nacional Constituyente para erradicar de la Carta Magna la palabra “representativa”, de modo que nuestra Constitución aventaja a la Carta Interamericana. Quizás un estudio de todas las Constituciones de los Estados Miembro determine en cuántos de esos países existe la democracia representativa y en cuántos la participativa. Nos atrevemos a decir que sólo Venezuela. Lo otro que logró el embajador venezolano ante la OEA, Bernardo Álvarez, quien por cierto hizo gala de audacia diplomática y poder de negociación, es que en el mismo considerando se incluyera algo se suma importancia y que echa por tierra, al menos en teoría, las pretensiones injerencistas de Almagro y su partido MUD: el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados. Pero también se incluyó en ese documento algo que quizás podría prestarse a libres interpretaciones (aunque la Carta Interamericana está llena de esos eufemismos a los cuales ya hemos aludido): que Venezuela tiene “el derecho a elegir su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga”. Si preguntamos ¿Cuál es el sistema que más le conviene a Venezuela? Seguramente las respuestas se dividirán. En el primer punto de la declaración los actores en conflicto quedan “tablas”, pues, si bien se vuelve a ratificar el pleno derecho a la soberanía, exhortan a un diálogo “incluyente” entre el Gobierno y otras autoridades “constitucionales”, con lo cual, indirectamente aluden a la Asamblea Nacional. En el punto tres vuelven a insistir en la consolidación de la democracia “representativa” ( no pueden hacer otra cosa porque es lo que contempla la Carta Interamericana) y el punto cuatro es donde se basa la oposición para decir (ahora) que triunfaron en la OEA pues allí se contempla el apoyo a “todos los esfuerzos de entendimiento, diálogo y a los procedimientos constitucionales”. Es decir, no habla explícitamente del referéndum revocatorio ni de la renuncia del Presidente, pero con esas dos palabras ya complacen peticiones. Muy tensos fueron esos 45 minutos de receso (el cuarto de la jornada) que declaró el presidente del CP/OEA, Juan José Arcuri, pues la sesión se retomó horas después. Además, Venezuela demostró su liderazgo en la región pues casi todos los países, a excepción de Costa Rica y Paraguay, muy en el tono de Canadá y Estados Unidos, defendieron la posición de no intervencionista y de respeto a la autodeterminación y soberanía de los pueblos. Si vamos a un match el cuadro de honor quedaría así: Logros de Venezuela:- Suspensión de la reunión extraordinaria para convocar una nueva en el mismo acto previa solicitud de su delegación.
- Reunión extraordinaria del CP/OEA el mismo día por solicitud de la delegación venezolana
- Evitar la votación sobre el documento Presentado por la Delegación de Argentina y co-patrocinado por las delegaciones de Barbados, Estados Unidos, Honduras, México y Perú, y que supuestamente ya había sido apoyado por 21 delegaciones. Venezuela no participó en la elaboración de esa declaración, argumento que no pudo rebatir nadie.
- Se aprobó petición de la delegación venezolana de una declaración única
- No se consideró el documento de Luis Almagro
- La declaración final incluye aspectos del proyecto de declaración presentado por Venezuela (aunque no fue considerado por el pleno), como la garantía de no injerencia en los asuntos internos de Venezuela
- Logró evitar que en la declaración se dijera explícitamente “referendo revocatorio”, posición defendida por Paraguay, Estados Unidos y Canadá
- 33 países respaldaron a Venezuela en el rechazo a las pretensiones intervencionistas de Luis Almagro (lo cual también beneficia a todos los Estados Miembro porque sienta un precedente)
- Queda muy lejos la activación de la carta interamericana contra Venezuela
- Se dividen los apoyos al presidente argentino Mauricio Macri en la oposición
- Venezuela se consolida en la región aún con la mala imagen que ha exportado la oposición
- Llevó a Venezuela a ventilar sus asuntos a un foro internacional con el consiguiente apoyo mediático.
@LuisanaC16