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Ya sabéis que el mundo de las frases célebres en un universo infinito e infinitamente rico para aquellos que sentimos amor por las palabras. Muchos son los genios que a lo largo de la historia de la humanidad han dejado su palabra escrita en la piedra de la memoria colectiva. Entre mis favoritos, Groucho Marx, Oscar Wilde y, por supuesto, mi querido Terry Pratchett, quienes destacan por su humor, su sagacidad y por esa manera tan irónica de retratar a la perfección el alma humana.Sin embargo, no todas las citas célebres lucen la medalla del humor como arma contra el paso del tiempo pues las hay que, en su crudeza, calan hondo en el sentir humano. Dentro de este tipo se encuentra la frase de Nietzsche con la que hoy voy a dar pie a este Off Topic: "Cuando miras largo tiempo al abismo, el abismo también mira dentro de ti"El significado de esta oscura frase lo dejo a la interpretación de cada cual pues no seré yo quien ose compararse con tan encumbrado filósofo. Lo que me gusta de esta frase es que describe muy bien el ambiente que se vive en la serie de la que hoy os quiero hablar: True Detective.Esta producción televisiva de la HBO narra los hechos acaecidos durante la investigación de un asesinato en el área de Lousiana, allá por el año 95, y también nos habla, a su vez, de las vidas de los dos detectives implicados en el caso.
Para empezar relatándoos lo brillante que me está pareciendo creo que es justo mencionar que la ambientación tanto temporal como geográfica están verdaderamente trabajadas. Esos paisajes desolados de los parques de caravanas, la pobreza infinita de las prostitutas adictas a la meta-anfetamina o las decrepitudes de un bar de camioneros en una ruta que ya nadie frecuenta son el telón de fondo de una acción que transcurre en un tiempo pasado pero que se desarrolla como si estuviera dotada de vida propia.
Así, los hechos comienzan en 1995 con el descubrimiento de un cadáver y, poco a poco, a merced de un baile de flasbacks que mezclan los hilos temporales, nos va conduciendo hacia el momento actual a la vez que se va desarrollando para desenmarañar una trama compleja e hipnótica.Respecto al guión, sólo puedo decir que hasta la fecha me ha parecido impecable, bien hilado, muy trabajado y 100% cinematográfico. De hecho, toda la serie con sus densos capítulos de casi una hora rezuma un regusto a la Gran Pantalla ya que, tanto por calidad como por medios se ve que en una apuesta muy fuerte.
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La guinda del pastel la brindan los dos actores principales, Woody Harrelson y Matthew McConaughey, ambos totalmente alejados de sus roles tradicionales y haciendo gala de las más encumbradas dotes interpretativas. No sólo establecen entre ambos personajes un diálogo de encuentros y desencuentros que es el nudo principal de la trama sino que sus interpretaciones dan vida a los personajes hasta hacerlos absolutamente creíbles y reales. Ciertamente, jamás pensé que dedicaría estas palabras a un actor como el mediático Mateo pero, desde luego, vivir para ver. Si sois de las que no le tenéis demasiado cariño, no dejéis que su presencia os intimide, al contrario, olvidáos del actor y comenzaréis a pensar en el personaje.En resumen, es una producción que recupera el espíritu de caza del asesino instaurado por El Silencio de los Corderos, volviendo al estilo más puro y atmosférico, distanciándose de los escenarios Hollywoodienses, de los CSIs y sus análisis instantáneos de ADN o de los refinados asesinatos culinarios de su serie heredera, Hannibal*.
Eso si, os advierto es que es una serie densa y muy oscura, que merece ser paladeada capítulo a capítulo como un buen café sólo pues, los abismos a los que nos transporta, mejor no mirarlos demasiado tiempo.
* Que conste en acta que tampoco tengo nada en contra de ninguna de estas dos producciones pues soy segidora acérrima de éstas y muchas otras seres de crímenes.