Juan Carlos Pérez de la Fuente ha llenado la puesta en escena de detalles que enriquecen enormemente la peripecia, y ha encontrado en los dos actores, Sonia y Alberto (curtidos en el musical, pero con escasa experiencia en el teatro de texto), la complicidad, la dedicación y la calidad necesarias para dar vida a los personajes. Los dos se han entregado por completo al proyecto, y muestran una naturalidad y una chispa verdaderamente plausibles.
Hay más personas a quien tengo que agradecerles su amistad: Danny Mejías, que lo primero que me dijo cuando supo que estrenábamos: "Yo te hago la prensa". Danny es uno de los mejores jefes de prensa que conozco, y un gran amigo, prácticamente un hermano. Ángel de Antonio no puso un solo pero cuando le pedí que hiciera unas fotos de los actores y del director; la sesión en casa de Juan Carlos Pérez de la Fuente, sin apenas condiciones, fue muy divertida y fructífera. Y he encontrado una respuesta extraordinaria en compañeros míos, tanto de mi periódico como de otros medios, que han ayudado con mucha generosidad a difundir nuestra presencia en Microteatro.
No me considero autor; tengo demasiado respeto por esa palabra, porque sé que escribir una obra de teatro es una labor que requiere de un esfuerzo que yo no soy consciente de haber realizado. No sé, me lo han preguntado varias veces, si voy a seguir escribiendo teatro; siempre, lo confieso, me ha tentado, e incluso había pergeñado el inicio de alguna función, que se ha quedado en simple intento. Quizás lo retome, quizás prepare otro proyecto para Microteatro, quizás pruebe a escribir un texto largo, quizás... Solo quizás. De momento, me quedo con la experiencia de estos días, que me están llenando mucho más de lo que yo había podido imaginar.