He estado muchos años sin ir habitualmente a la oficina, primero porque teletrabajaba desde casa y después porque me echaron (se dieron cuenta de que no necesitaban a nadie que fuera incapaz de hacer la pelota). Por eso cada vez que aparecía por aquel ecosistema salvaje y despiadado llamado oficina la voz del narrador de los documentales de la sobremesa, me susurraba al oído su particular punto de vista de la oficina: más cruel, despiadada, salvaje y fea que la sabana del Sherengeti.
He ahí unas cuantas frases que un narrador de National Geographic diría, cámara en mano, mientras filma escondido en el interior de la pradera de mesas plagadas de ingenieros, de una empresa de telecomunicaciones…
- Me encanta observar el ritual de apareamiento de las jóvenes hembras de la oficina hacia el mismo atractivo macho.
- Dos machos ancianos aúllan sobre el cadáver del que amenazaba con poner en evidencia su mediocridad.
- La supervivencia es la prioridad, nadie se detiene a echar una mano al que cae en las fauces de recursos humanos
- Cunde el pánico. La voz de alerta cruza la oficina. Y se hace el silencio. Un nuevo directivo observa a sus presas
- El tierno becario atraviesa la sala, inocente, sin sospechar los peligros que le acechan tras las amables sonrisas
- Los satisfechos ingenieros que darían hasta a última hora de sueño por la empresa salen estampida a comprar lotería como única forma de largarse de la peligrosa pradera de la oficina hacia tierras cálidas bañadas por el mar y el champán francés.
- Si oyes algo del tipo “verbo (el que sea) un poco”, huye por la pradera de mesas…un jefe está a punto de enmaromar a su presa. “se trata de explicar un poco”, “sólo te quiero comentar un poco”, “el target es un poco…”,
- Mujeres que pisan fuerte haciendo notar sus tacones y agachan la cabeza…para esparcir sus feromonas…
- Al mediodía rebaños de crías de ejecutivos junior acuden armados de trajes baratos y vales de descuento al “burguer” cercano
- El avituallamiento de los ejecutivos es comedido. Tratan de disimular la feroz fiera interior usando torpemente los cubiertos
- El PijoComún abandona su iPhone buscando refrescos sin azúcar. Al regreso las hienas le dejan un Nokia 3210 aplastado en lugar de su joya tecnológica.
- La época de apareamiento inunda los baños de la oficina. Las faldas y los escotes buscan machos fogosos.
- Los machos alfa lucen sus pobladas cornamentas, mientras nadie se entera de las cacerías de las panteras en los rincones prohibidos de la oficina.
- Un tercio del tiempo para dormir, otro para ocio y otro para trabajar. Incluso durante la jornada laboral.
- Una manada de encorbatados colaboran para cazar un infeliz ingeniero y luego vuelven a dormir placenteramente.
- El sonido de los lamentos agónicos, el hedor, cuerpos que se arrastran: es el cementerio de elefantes…Oh no es el retrete
- Viernes. Máquinas de café estropeadas por los golpes de los frustrados machos a los que les espera un fin de semana sin sexo.
No es nada exagerado…cualquiera que haya mirado desde un ángulo diferente al oficial, habrá visto esto y cosas todavía más increíbles.