Ofrenda a la tormenta, de Dolores Redondo

Publicado el 08 febrero 2015 por Goizeder Lamariano Martín
Título: Ofrenda a la tormenta Autora: Dolores Redondo Editorial: Destino Año de publicación: 2014 Páginas: 546 ISBN: 9788423348688

Por fin os traigo mi aportación a la lectura conjunta de la trilogía de Baztán que Inés, del blog En busca de Mr. Darcy y yo organizamos del 12 al 26 de enero. Y por fin he podido conocer el final de la trilogía de Dolores Redondo. Cuando se publicó el pasado 25 de noviembre esperaba Ofrenda a la tormenta como agua de mayo y tuve que hacer verdaderos esfuerzos para aguantar y no leerlo hasta dos meses después, pero sin duda la espera ha merecido la pena. Además, después de la visita guiada a Elizondo, todavía he disfrutado más de la lectura.  Es el libro que más me ha gustado de los tres, y eso que El guardián invisible me sorprendió y encantó y Legado en los huesos me fascinó todavía más. El listón y las expectativas estaban muy altas y, por suerte, al menos en mi caso, se han cumplido y se han superado con creces.
Normalmente me gusta reseñar un libro nada más leerlo, como mucho en un par de días, pero en este caso me ha venido muy bien dejar pasar quince días antes de intentar explicaros todo lo que me ha transmitido esta novela. Necesitaba reposarla y digerirla. Porque ya desde la primera escena, que fue como un puñetazo en el estómago mientras leía en la cama viendo como en su cuna, a mi lado, Amets dormía tranquilamente, la historia me atrapó, enganchó e hipnotizó. No podía dejar de leerla y cuando lo dejaba no podía dejar de pensar en Amaia y en todo lo que le estaba pasando. Tan solo ha transcurrido un mes desde el final del segundo libro y el comienzo de este. Un mes en el que todos, Engrasi, James, Markina, Flora, Ros y sus compañeros de la Policía Foral intentan olvidar todo lo que ha ocurrido y seguir con sus vidas sin mirar atrás, solo adelante. Borrón y cuenta nueva. Pero Amaia no puede. En el fondo de su alma siente que el peligro no ha pasado, que su madre, Rosario, no está muerta, que en cualquier momento puede volver a por ella. Por eso no puede dejar de pensar en esa amenaza que cobra vida cada noche en sus pesadillas. Todos intentan comprenderla, hacerle razonar, pero ninguno lo consigue, ni siquiera James. Porque Amaia y James están cada vez más alejados, más distantes. Amaia, obsesionada con su trabajo, se encierra en sí misma, cada vez pasa menos tiempo con James y con el pequeño Ibai. Su marido es un amor, tiene paciencia, es comprensivo, le anima, le apoya, pero, como nos ocurre a todos, su paciencia también tiene un límite que Amaia está a punto de cruzar. Y todo por culpa de Inguma, el demonio que, de noche, entra en las casas para beberse el aliento y la vida de los bebés mientras duermen. Si en el primer libro fue Basajaun y en el segundo Ttarttalo, ahora es Inguma el que pone a prueba las creencias de la inspectora Salazar. ¿Qué le domina más, la razón, la ciencia, los hechos, los datos o, por el contrario, la mitología, la tradición, las creencias, sus orígenes? Enfrentándose a todo el mundo, marcando sus propias reglas y saltándose las de los demás, Amaia inicia una investigación para averiguar qué se esconde detrás de las muertes súbitas de varios bebés en el valle de Baztan. Una investigación que, como no podía ser de otro modo, tiene muchísimo ritmo, giros y, por supuesto, sorpresas, muchas sorpresas. Al menos a mí en ningún momento me ha resultado una trama predecible, todo lo contrario, en cada capítulo había un nuevo descubrimiento que me dejaba con la boca abierta. Especialmente a partir del capítulo 32, que fue como un puñetazo en el estómago. La página 301 me parece magistral, quizá porque el año pasado me tocó vivir todo eso y creo que Dolores Redondo lo expresa a la perfección. Creo que no se puede decir mejor lo que se siente en un momento así. A partir de ahí la autora no nos da tregua. Imposible dejar de leer, necesitamos saber qué ocurre y acompañar a Amaia en su investigación. Una Amaia que está más perdida que nunca, débil, vulnerable, desorientada, frágil... Pero aun así sigue siendo una guerrera dispuesta a luchar hasta el final, le pese a quien le pese ella no cejará en su empeño de descubrir la verdad. Un empeño que le aleja de su familia. En este tercer libro he echado de menos una mayor presencia del lado personal y familiar de la inspectora Salazar y su relación con la tía Engrasi, sus hermanas Ros y Flora y, por supuesto, con James. Pobre James, qué pena me ha dado... Es difícil hablar de esta obra sin desvelar nada, pero aun así quiero destacar que me he llevado una decepción con Rosario, es en lo único en lo que el libro no ha cumplido mis expectativas. Un pequeño chasco que, sin embargo, no desmerece todo lo demás. Porque el final me ha parecido espectacular. La tensión, el ritmo, la angustia que crece conforme más cerca está la tormenta. Una tormenta que impone, asusta y amenaza. Igual que la verdad que, intuimos, está a punto de ser revelada. Mantenemos la respiración, leemos cada vez más rápido, queremos saber, necesitamos saber... hasta que de pronto todo estalla. Truenos, rayos, relámpagos... Booommm. Todo salta por los aires. Y poco a poco, después de la tormenta todo vuelve a la calma, nosotros también nos vamos recuperando poco a poco, intentando asimilar lo que acabamos de leer. Le damos mil y una vueltas, recordamos, pensamos, nos dan ganas de volver hacia atrás y releer una y otra vez... Y, al mismo tiempo, resulta imposible no mirar hacia adelante. ¿Qué ocurre con James? ¿Qué sucede en Estados Unidos? Y, sobre todo, algo que a mí personalmente me trae por la calle de la amargura desde el primer libro, ¿quién es Aloisius Dupree? Ofrenda a la tormenta es un broche de oro a una trilogía magnífica. Además, me ha gustado muchísimo cómo, en esta última novela, se relacionan las tramas de los tres libros. Todo encaja a la perfección y completamos un puzle complejo, inmenso que nos repulsa y fascina con la misma fuerza.
Pero también es una obra que deja muchos cabos sueltos. En las últimas semanas la autora ha desvelado en varios medios de comunicación que habrá un cuarto libro, si bien no de la trilogía, sí con los mismos personajes... Le pido a la diosa Mari que así sea y llegue pronto para responder a todas esas preguntas que me quitan el sueño. Prometo hacerle todas las ofrendas que haga falta... Reseñas participantes lectura conjunta: 
- Ofrenda a la tormenta en De Lector a Lector - Legado en los huesos en Va de letras.   - Ofrenda a la tormenta en En tus libros me colé - El guardián invisible, Legado en los huesos en Bourbon Street.  - El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta en Sin libros no soy nada.
- El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta en Leer, sentir y compartir.

- El guardián invisible en Polvo de libros.
- Ofrenda a la tormenta en En busca de Mr. Darcy. Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.