Me parece normal que llamen a Japón el país del Sol naciente, porqué si en China naciera, moriría a las pocas horas intoxicado por la contaminación que cubre sus grandes ciudades. Una de las cosas que más me impactó fue ver el Sol tan solo dos días en un mes, amaneciendo cada día como si fuera a llover pero en realidad tapado por esa espesa capa de polución que tan normal les parecía a los chinos. Una cultura tan diferente que me daba el placer de descubrir en cada momento algo impactante para mi, curiosidades tales como escupir en cualquier lado sin importar si le dabas al de delante, aunque muy amables te avisaban segundos antes con un desagradable sonido desatascador de garganta. Comercios en cualquier lado (hasta subidos en las motos, sin casco, por supuesto), las 24 horas del día. Perros con gafas deambulando solos por la calle y tiendas de falsificaciones tan falsas que te preguntabas si realmente era una marca diferente o una réplica de la original. A todo esto y más, como estudiante de economía, me sobrepuso principalmente la imagen diaria de coches de alta gama estacionados en cualquier lado y hasta en barrios realmente pobres, pero no pobres de España, pobres de China, muy pobres. Cada día me preguntaba como esos ciudadanos que iban en chanclas y camisetas de tirantes sucias, y algunos que hasta llevaban a los niños descalzos, podían permitirse el lujo de poseer esos coches, ¡cochazos!.Pues bien, en ese momento pensaba que algo raro "se cocía" en China, que eso me sonaba de algo, realmente se parecía a la situación de despilfarro en España previa a la crisis. China, comunista-capitalista (cambiando de mentalidad cuando les conviene), con niveles de paro realmente bajos para un país con más de 1.350 millones de habitantes y un crecimiento muy superior al resto del mundo, se preguntaba hasta cuando podía aguantar esa situación. En mi opinión, hasta este año 2014. Ciudades literalmente fantasmas, preparadas para ocupar una población que nunca llegará a ver sus viviendas, construidas para mantener el nivel de empleo de los ciudadanos chinos y su crecimiento económico, una situación que ha durado hasta que se ha podido.
by Xavi Molina Y aquí estamos los tres en una zona abandonada de la muralla China, pero eso es otra larga historia.
Otra foto para el recuerdo que quería compartir, y para compensar la seriedad de la situación. Que digan lo que quieran, pero nadie aguanta la noche como los españoles.