Como
los grandes gestos, como las cosas generosas hechas por una persona normal, ha
pasado casi desapercibido, la prensa apenas se ha hecho eco de lo ocurrido el
pasado 2 de diciembre, en el cross de Burlada, localidad de Navarra.Seguramente
si esta actitud la hubiera tenido una estrella del fútbol los telediarios
habrían abierto con la noticia y habría sido portada de los diarios deportivos
de nuestro País, se habría estado hablando meses… pero no, tuvo que ser una
persona desconocida, Iván Fernández Anaya, atleta vitoriano de 24 años, la que
nos diera un ejemplo a todos, ejemplo de generosidad, ejemplo de deportista
GRANDE.Resulta
que este atleta iba segundo en la citada carrera y observó como el que iba
primero (con mucha ventaja), el corredor keniano Abel Mutai (medallista de
bronce en los 3.000 metros obstáculos de los Juegos de Londres) se equivocaba
de línea de meta y se paraba una decena de metros antes de la pancarta, por lo
que Fernández Anaya le alcanzó con rapidez, pero en vez de aprovechar la
situación para acelerar y ganar, se quedó a su espalda y con gestos y casi
empujándole (como se observa en la fotografía que ilustra este artículo) le
llevó hasta la meta, dejándole pasar por delante. También lo podéis comprobar
en el siguiente video:Acostumbrados
a lo que vemos habitualmente en los campos fútbol, a ver como deportistas hacen
trampas para ganar un partido, como engañan a los árbitros, como se encaran con
el público o se insultan o agreden entre ellos, (por no hablar de los políticos), la actitud de este joven ha de
ser un ejemplo para todos. Eso sí, en España los telediarios le dan la categoría de noticia al traje de Messi o al nuevo coche de Cristiano Ronaldo.He
querido destacar este hecho y compartirlo en Desde el Caballo de las Tendillas
porque creo que merece este atleta merece el reconocimiento público. Ha
demostrado que no siempre la victoria es lo primero, que la victoria no se logra
a cualquier precio. Espero que también reciba el reconocimiento por parte de las
autoridades deportivas y que cunda el ejemplo.