Páginas: 224
ISBN: 9788496940291
Precio: 7,95 €
Sinopsis
Mientras tanto, han alquilado el piso de Lauren a un arquitecto treintañero, Arthur. Un hombre normal, soltero, que de vez en cuando se va de juerga con su mejor amigo. Sin embargo, en su nuevo hogar le espera una sorpresa: el espíritu de Lauren aparece en el armario. Arthur puede verla y oírla, pero no tocarla; y lo que es peor, por alguna extraña razón él es el único con el que la chica puede comunicarse. A partir de estas premisas, arranca una historia de amor en la que no solo tendrán que luchar por esa falta de contacto físico, sino para evitar que los parientes de Lauren la den definitivamente por perdida.
Impresiones
Con respecto al elemento imaginario del espíritu de Lauren, la manera en que se plasma el tema sobre el papel se acerca más al realismo mágico (esto es, una obra en la que predomina el realismo pero se dan unos toques de fantasía) que a la literatura fantástica en sí, es importante que esto quede claro. Destaco que los hechos fluyen con naturalidad, en ningún momento tienes la sensación de que el autor haya forzado las cosas (algo que sí ocurre en sus libros posteriores). Marc Levy tuvo una idea maravillosa, y supo plasmarla sobre el papel sin que perdiera ni un ápice de su encanto. Así es como yo veo Ojalá fuera cierto, sobre todo teniendo en cuenta que fue su primera novela y la escribió sin plantearse expresamente ser escritor.
La prosa es sencilla y amena, apta para cualquier lector. Destaco el sentido del humor que desprenden algunas escenas (principalmente, de la mano de Arthur y su mejor amigo), además de su capacidad para transmitir sentimientos sin caer en lo cursi. Probablemente Ojalá fuera cierto no es un novelón estilísticamente y esto será lo primero que critiquen los lectores más severos; no obstante, tiene algo más importante que la alta calidad literaria: me llegó, lo que para mí es el fin principal de cualquier libro.
Marc Levy
Ojalá fuera cierto supuso todo un éxito de ventas en su país de origen, y como suele ser habitual, el autor y la editorial lo aprovecharon para sacarle el máximo rendimiento posible. Lo primero que hicieron fue escribir una segunda parte, Volver a verte (tranquilos, no es imprescindible, se limita a estirar el hilo de la anterior), que a pesar de estar hecha para aprovechar el tirón la disfruté mucho porque había cogido cariño a los personajes y me gustó volver a leer algo sobre ellos. Pero antes de Volver a verte vinieron varios libros que intentaban imitar el estilo de magia en un entorno realista, unos con más fortuna que otros, y el autor ha vuelto a hacerlo en los últimos años, aunque los vaya alternando con otras puramente realistas. En mi humilde opinión, ninguna de sus novelas posteriores está a la altura de la primera. En algunas supo encontrar elementos mágicos con posibilidades; ahora bien, en conjunto, ninguna historia me ha llegado tanto, y lo que es peor, creo que tienen bastante paja (aunque no llegan a aburrir por la sencillez de la prosa). Hay recursos que en un principio me gustaban —como la pareja de amigotes— y los acabé aborreciendo de lo mucho que se repetían. A pesar de todo, me considero fan suya, aunque tengo la horrible sensación de que si lo sigo leyendo me va a decepcionar más… (He soltado todo este rollo para deciros que si por casualidad descubristeis al autor con otra novela que no sea Ojalá fuera cierto, os aconsejo que le deis otra oportunidad con esta, porque merece la pena).Enlaces de interés:Web de Marc Levy (España)
Web oficial de Marc Levy (Francia)
*Las fotos pertenecen a la película basada en el libro, que lleva el mismo nombre (no la veáis, es malísima).
Mi valoración: 10/10