- Salía una señora en televisión pidiendo ayudas al Estado porque los productos sin gluten son muy caros.- ¿Que os dan ayudas por ser celíacos?(se oyó de fondo)- A mi no, pero sí que las hay para comprar productos. - Entonces que a mi me den ayudas porque sólo me gusta tomar Chardonnay.- Es que son muy caros.- Pues que no coman pan y punto. Que no pasa nada por no comer pan. Cuando te enfrentas a este tipo de situaciones, donde además hablan de los celíacos como si contigo no fuera la cosa, es difícil (y ciertamente inútil) intentar argumentar nada.Para empezar, las ayudas que dan son más bien las excepciones. La gran mayoría afrontamos el extra con el que están gravados los productos sin gluten. Por otro lado, 'nuestros' productos, al igual que todos aquellos que estén considerados como dietéticos tienen un 7% de IVA, en lugar de un 4% que tienen los productos de primera necesidad como es el pan 'normal'.Además, de estar en esta lógica del 'no comer pan y punto', habría que sumar a no comer pan, no comer pasta, bollería, rebozados, empanados, cerveza (aunque curiosamente éste es el único producto que tiene un precio equiparable al de 'con gluten'),... Por supuesto que se pude vivir sin ello, ¡faltaría más!Pero también, aunque ni de lejos están al mismo nivel -vaya por delante-, podemos vivir sin estudiar (y se dan becas), podemos vivir con ciertos dolores (pero tenemos una sanidad pública que nos evita pasar por ciertos trances), podríamos ir andando a los sitios (pero tenemos un sistema de transporte público). Aunque si se para uno a pensar, en los últimos meses parece que todas esas cosas sin las que se puede vivir se empiezan a desmoronar y comienzan a ser consideradas por los gobernantes como asuntos de segunda (¡caprichos incluso!).Tal vez sea esta mentalidad de 'pues que se lo pague cada cual' o la de 'pues que no lo haga/coma/use y punto' la que, junto a la crisis económica, nos esté llevando a la situación actual.Sea como fuere, esta persona tenía razón: que se quiten la multiplicidad de menús en los aviones, que no pasa nada porque una persona no coma en unas horas (ya sea por motivos religiosos, éticos o médicos); que dejen de dar ayudas (mínimas) a todos estos 'caprichosos' de las intolerancias y las alergias. Que empleen ese dinero para repartir Chardonnay a todo el mundo.A mi me vendría estupeeendamente bien, ya que, como plasmé en este blog hace unos meses, el vino da un lustre especial. Alguna ventaja tenía que tener ser celíaca, y no poder tomar cerveza en los bares (a pesar de que ésto esté cambiando porque alguna empresa 'impertinente', comenzó a fabricar cerveza sin gluten - ¡vaya empresa, se debería haber centrado en ciertos vinos!-)