“Ojalá pudiese prestarle mi pierna a Mireia Vila para que terminase la temporada”

Publicado el 07 febrero 2018 por Toni_delgado @ToniDelgadoG
20 testimonios, incluido el de la protagonista, retratan a la alero del Bàsquet Femení Sant Adrià, que se perderá el resto del curso por una grave lesión 

Mireia Vila y su hermana Laura, en el Marina Besòs. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.


Toni Delgado / Sant Adrià de Besòs
Queda menos de media hora para que empiece el partido contra el Cadí La Seu y Mireia Vila (Badalona, 1991) está en el banquillo mirando al parqué como si fuese un cuadro. Parece en otro mundo. Quizás se sienta rara. O descolada. O las dos cosas y varias más a la vez. Sus muletas la delatan: en Cáceres se rompió el ligamento cruzado y el menisco de la rodilla izquierda. Adiós a la temporada. “Voy haciendo…”, confiesa a Cronómetro de Récords la alero del Bàsquet Femení Sant Adrià: “Sí, ha venido mi familia. Mi padre es el
de gafas que está al lado de la columna y la de su derecha es mi madre”. Cruza la pista gracias a sus dos extremidades extra y me presenta a su hermana Laura. Cada asiento de la grada y cada silla del parqué guardan una hoja con un mensaje unánime: #ÀnimsMire 15.
Mireia Vila lleva la camiseta que han diseñado sus compañeras con la ayuda de Joan Lluis Balagué, padre de la júnior Carla Balagué. El lema es “somriurem quan tot falli [sonreiremos cuando todo falle]”, inicio de la canción Somriurem, de Txarango, grupo de referencia en el vestuario.  “Es una frase que la describe a la perfección. ¡Pase lo que pase, nunca pierde la sonrisa!”, expone su compañera Itziar Llobet.  

El primer equipo del Bàsquet Femení Sant Adrià, retratado por Manel Expósito, su jefe de prensa. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.  

“En cada situación saca lo mejor de sí misma. Le encanta afrontar retos, sobre todo si son grandes. Su recurso es siempre una sonrisa gigante”, interviene su hermana, Laura Vila. “Es una exportadora de alegría dentro y fuera de la cancha”, se suma Olga Ruano, con quien jugó en Sant Adrià. “Le gusta reírse y hacer reír”, añade Andrea Riley.
“Todas deben aportar ahora detalles de Mireia Vila. Itziar Llobet debe tener más protagonismo, la muñeca de Marta Claret, seguir funcionando a pleno rendimiento. Cada pieza debe dar un paso adelante, y Belén Arrojo todavía debe tirar más de un carro que compartía con Cristina Hurtado y Mireia Vila. Las júniors tendrán más minutos”, analiza Àngel Gil, de Zona Lila (Ràdio La Mina) y Canal FEB.
“El Bàsquet Femení Sant Adrià es un grupo con muchas rotaciones que apuesta por un ritmo de partido muy alto”, aporta Cindy Lima, exjugadora internacional y analista de Esport3. Construido desde la modestia y el trabajo duro, el club es de los pocos que ha fichado una vez empezada la temporada. La baja de Mireia Vila es un golpe duro. Es una jugadora descarada que no se esconde nunca y a la que no le pesan las estadísticas. Buena mano e inteligencia, y cierto colapso y precipitación (o falta de confianza) con algunos tiros.   

Montse Cabiro, Laura Vila y Jordi Vila, la familia de Mireia Vila. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

“Cada vez estaba cogiendo más protagonismo en ataque. Tenía una muñeca muy fina, sobre todo en momentos claves y ha dado muchas victorias”, expone Àlex Benito, también de Zona Lila y Canal FEB.  “Creo que todavía tiene margen de mejora de lectura en momentos críticos. En líneas generales, es una jugadora muy sensata para su edad. Tiene un potencial increíble. Su lesión es dura, pero a su edad los tejidos se recuperan muy rápido”, interviene Cindy Lima. “Su ausencia es muy complicada de suplir porque es una jugadora completa que penetra y lanza triples bien”, la describe César Santos, de Jornada Previa.   
Fabián Téllez, el entrenador del Bàsquet Femení Sant Adrià, se queda con su “capacidad de amenaza exterior, más allá de 6,75, pero también desde media distancia, donde ha mejorado su lanzamiento sobre bote. Quiero resaltar su capacidad para leer el juego y entender los diferentes momentos del partido”. Su técnico va más allá: “Me gustaría pensar que le hemos ayudado a mostrarse algo más sólida atrás”.


Abrazo entre Olga Ruano y Mireia Vila. Cristina se quiere unir al momento. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Un estado de ánimo que influye en el del resto. Así es Mireia Vila. “Estoy de acuerdo”, interviene Victor Ciavattini, preparador físico del Bàsquet Femení Sant Adrià: “Sobre todo cuando se junta con Helena López. En los físicos intento no ponerlas juntas. Aunque cuando me conviene… Las dejo”.“Porque sabe que nos reiremos, pero eso no implica que no trabajemos”, matiza la propia Helena López, otra sonrisa andante: “Mire y yo nos parecemos bastante porque siempre estamos alegres y nos gusta divertirnos”. 
Con Carmen Fernández, capitana del Uni Ferrol, también congenió muy rápido. “Tenemos formas parecidas de ser y de entender la vida”, cuenta la capitana del conjunto gallego: “Fueron dos años muy intensos y especiales a su lado en Ferrol. Además de ganarse el corazón de la afición del Uni, también conquistó el de mi familia. Se pasó muchos domingos de comidas familiares, sobremesas de guitarra o celebraciones en casa. Mi familia es fan incondicional de ella. Creo casi que más que míos, pero les dejo porque se lo merece. [Se ríe]”. Es difícil encontrar una mejor definición de la amistad que la de Carmen Fernández: “Ojalá pudiese prestarle mi pierna para que terminase la temporada. Como muleta en potencia, daré todo de mí para que no decaiga el ánimo, saque fuerzas de donde no queden y pronto esté de vuelta”.  


"Haciendo de muleta". Así titula la escena Carmen Fernández, que ha cedido la foto. 

A Laura Vila no se le va de la cabeza el Al-Qázeres-Bàsquet Femení Sant Adrià: “Fue un shock presenciar cómo se lesionaba. Estaba viendo el partido por Canal FEB. Desde el primer momento le dije que confiase en que todo saldrá bien. Ésa es su filosofía”.    
—Montse, ¿Mireia ha heredado de ti el optimismo, Montse? —le pregunto a su madre.—No demasiado…—¿Del padre?—El optimismo es, clarísimamente, de la madre —responde Jordi, el padre.—Ya ves... —se ríe Montse Cabiro.  —La risa de las mujeres de los Vila Cabiro son idénticas —le digo al padre.  —Bueno... ¡Es la suerte que tengo! —celebra.
La voz de Laura y Mireia Vila es casi la misma: mismo tono y mismas pausas. “¡Sí que nos lo dicen! Aunque en muchas otras cosas somos diferentes. La aprecio mucho”, interviene Mireia Vila. “Físicamente no nos parecemos demasiado”, añade Laura Vila, que no se olvida de las interminables jornadas de tenis de mesa cuando eran pequeñas: “¡Soy la hermana mayor y me ganaba siempre! ¡No sé cómo se lo hacía! Bueno… Los deportes siempre se le han dado muy bien”.“Belén Arrojo y Mireia Vila tienen una inteligencia sobre el juego superior al resto del equipo. Son capaces de centrarse inmediatamente en la siguiente jugada”, interviene Àlex Benito, de Zona Lila (Ràdio La Mina) y Canal FEB.  
“La figura de Mireia Vila se resume en lo que generó en torno a su lesión. Cuando le das tanto a la gente, al final te viene de vuelta todo ese cariño. Y no sólo en Ferrol, donde es una más”, desarrolla Héctor Rico, seguidor del Uni Ferrol. Las etiquetas #ÀnimsMire y #ÁnimosMirehan estado muy presentes en Twitter y tampoco ha dejado de recibir mensajes de apoyo por privado. Aunque es una persona fuerte mentalmente, las muestras de apoyo del club y tantos sitios se agradecen mucho en estos momentos”, expone Laura Vila. “Se ha sentido súper arropada por el club y el mundo del baloncesto en general”, confiesa su madre, Montse Cabiro.
Es un secreto a voces que el Bàsquet Femení Sant Adrià es una pequeña gran familia. En las peores situaciones es cuando más brilla esa relación de compromiso y cariño. “Mis compañeras se han volcado conmigo. Han venido a casa después de los entrenamientos e incluso el día que no hubo”, explica Mireia Vila.  La gran sorpresa se la llevó cuando varias compañeras se presentaron en su casa el día después del diagnóstico de la lesión. “Ella estaba en modo vegetal en el sofá y creo que contribuimos a que su tarde-noche fuese todavía más entretenida con un buen sushi”, recuerda Itziar Llobet. Son inseparables: “No podemos vivir una sin la otra, y solemos hacer planes juntas”.  “Cuando la operen, la sacaremos a pasear con una silla de ruedas. Le hace mucha ilusión”, añade Helena López.
“Todas las muestras de cariño que estoy recibiendo me están ayudando muchísimo”, agradece Mireia Vila, que apoya como puede a su equipo. “Ha aportado su granito de arena hasta ahora y lo continuará haciendo. Es su carácter. Está muy contenta en el club. Se lo estaba pasando muy bien y así seguirá siendo. Son todas súper amigas”, describe su hermana Laura“Está muy implicada en el grupo y seguro que nos aportará positividad y serenidad en el último y difícil tramo de temporada”, interviene su entrenador, Fabián Téllez. “A Mire no hace falta decirle demasiadas cosas. Lo ve todo tan positivo... Tendrá momentos de bajón y, por supuesto, la ayudaremos”, promete Andrea Vilaró, excompañera suya en el Cadí La Seu. 
“Pase lo que pase, SIEMPRE me va a tener a su lado cuando me necesite”, advierte Fabián Téllez. “Volverá mucho más fuerte de lo que ya es”, expone su Andrea Riley. Le he dicho que tiene que tocar fondo las veces que haga falta. Seguro que descubrirá y aprenderá a cuidar aún más su cuerpo. Es muy inteligente, se hará más dura mentalmente y aprenderá a relativizar los problemas y centrarse en lo más importante”, remata Victor Ciavattini.

Mireia Vila, en el cumpleaños de sus amigas Carmen Fernández y Cristina Pedrals. Foto cedida por Carmen Fernández.

“Es generosa dentro y fuera de la pista. Es transparente: cuando la ves jugar, detectas cómo es como persona”, apunta Cristina Pedrals, con quien jugó en el Uni Ferrol. “Mire siempre está para cuando faltan fuerzas en un mal día y todo se pone cuesta arriba. Refleja los valores de generosidad, cercanía y compañerismo que le han inculcado, y ha heredado un gran corazón. Su familia es la mía y mi casa siempre será la suya. Ella sabe que sempre estaré al seu costat [siempre estaré a su lado]”, la describe Carmen Fernández. “Es una de las personas que te regala el baloncesto y que no podrías haber conocido en otras circunstancias. Aunque no llevamos mucho tiempo jugando juntas, hemos vivido grandes momentos dentro y fuera de la pista: conciertos de las rumbetas catalanas, excursiones a Covadonga con diluvios incluidos... Y dos instantes eternos: el ascenso a Liga Femenina en León y la Copa de la Reina de Zaragoza. ¡Y los que nos quedan! Pronto volverá a las pistas, donde es feliz y nos hace disfrutar a todos y todas”, desarrolla Cristina Hurtado, capitana del Bàsquet Femení Sant Adrià. “Nos conocemos desde que teníamos 16 años. Compañera de equipo y cartulinas. Desde el último campeonato de España en Guadalajara hasta esta temporada… Creo que este curso nos ha unido, hemos viajado, nos lo hemos pasado genial y hemos quedado tipíssimes[llenísimas]. Típissimes es una palabra clave”. Resume una broma de un viaje a Múnich con otras compañeras de equipo.

Helena López, Mireia Vila, Olga Ruano y Cristina Hurtado, en 'Covadonga'. Foto cedida por Cristina Hurtado. 

“Mirea Vila es un ejemplo como jugadora y como persona. Los entrenadores en edades de formación deberíamos fomentar ese perfil en lugar de otros”, apunta Héctor Rico, seguidor del Uni Ferrol. Su padre, Jordi Vila, es entrenador superior: “Ni media frase le he dicho durante los partidos. En casa sí que hablamos algo sobre el tema”. No se olvida del primer partido de su hija pequeña, que jugó con y contra chicos. El rival empezó ganando 6-0. Salió la niña y en dos minutos su equipo remontó (6-10). Los 10 puntos de Mireia Vila.  

Mireia Vila, tras el partido. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Aplaude, aprieta los dientes… Mireia Vila sufre con el equipo, superviviente en la primera parte gracias, sobre todo, a Julia Reisingerova y Helena López, y atascado y golpeado en la segunda por la puntería e ímpetu de Merhyn Kraker, Caitlyn Ramírez o Yurena Díaz. Ha sufrido la derrota (59-73) en una posición incómoda: “En el banquillo se ven aspectos que quizás en la pista te pasan desapercibidos. Intentaré animar al máximo al equipo”. Quizás haya reparado en uno de los seguidores más activos durante el partido. Se llama Matt Diop, es padre de Aisha, jugadora en las categorías inferiores del club, y no ha parado de animar al equipo de principio a fin con su tambor: “Lo hago por amor al Sant Adrià. Hoy [por el domingo pasado] mi apoyo iba, sobre todo, para Mireia Vila. Se notado su ausencia. Las lesiones son uno de los peajes del deporte”. “Nos tendrá siempre a su lado porque cuando sufres una lesión de ese tipo pasas días mejores y peores, y es en estos últimos cuando el grupo no la va a fallar”, advierte Fabián Téllez. “Necesita confianza y felicidad, y nosotras le vamos a transmitir esa energía positiva. Tenemos que ganar los partidos también por ella”, remata Andrea Riley.

Aisha y Matt Diop. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

“Necesitamos que sigas cortando el reguetón de la Lopes con canciones catalanas. ¡Por favor, help! Sabes que me y nos tendrás a tu lado en este camino. ¡Te hacer querer!”, interviene Marta Claret. “Hemos tenido que aplazar un viaje especial para el año que viene, ya que ahora lo importante es que se recupere de la rodilla. ¡Pero en 2019 Cuba nos espera!”, anuncia Cristina Hurtado. “Todas las dificultades esconden un tesoro, el aprendizaje sobre cómo afrontarla. Te acompañaré en la búsqueda del tesoro, hermana”, cierra Laura Vila.  Enlaces relacionados
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