“OJALA TE ENAMORES” (parte I)

Por Srigangamata @SRIGANGAMATA

“Yo amo,
tú amas,
el ama,
nosotros amamos,
vosotros amáis,
ellos aman.
Ojalá no fuese conjugación sino realidad. “
-Mario Benedetti-

Aclaración preliminar:
Esto, no es un Tratado sobre el AMOR.
Esto, no es un Tratado.
Esto, no Es.

 “Ojalá te enamores”. Así reza una maldición árabe.

O gitana. No sé bien.

Lo cierto es que su origen es tan incierto como el de la persona que, de la nada, irrumpe en nuestra vida para “desestabilizarla”.

“Ojalá te enamores”.
Con toda la fuerza.
La peor maldición.
Más que un buen deseo, una sentencia mortal.

Hace unos días estaba viendo la película “La Tigre e le neve” (El tigre y la nieve”) de Begnini y postee  un fragmento en Facebook que me pareció maravilloso. (Por si lo quieres ver:  VIDEO AQUI)

El fragmento insta a enamorarse,
Con toda la fuerza, con todas las ganas, no sólo con un amor romántico, sino con un profundo, un indeclinable amor a la vida.

Hemos hablado muchas veces del amor, y no pretendo dar el tema por cerrado porque es mucho más que un tema, es la esencia misma de nuestra existencia.

Pero en esa búsqueda constante de la pertinencia de las palabras como reflejos de nuestro pensamiento y por tanto constructoras de nuestra realidad, tropiezo muchas veces con l confusión entre Amar, y el Enamoramiento.

Y por si la confusión no fuera ya suficientemente peligrosa, encuentro además, la conducta adquirida de confundir a propósito (consciente o inconscientemente) Amar con Enamoramiento como un modo de justificar pulsiones naturales y escapar del juicio social.

Feniletilamina…
Uno de los neurotransmisores más divertidos de la química humana.
Mejora el humor, estimula el colágeno, reduce la presión sanguínea, incrementa la capacidad aeróbica… dilata las pupilas, produce micro espasmos (mariposas en el estómago.

Es una molécula sumamente curiosa, tiene una estructura similar a la del ergolina (LSD), es del grupo de las  anfetaminas, es una molécula muy radical que modula los neurotransmisores del cerebro, de ahí su explicación con la focalización de ideas en detrimento de otros pensamientos que se tornan secundarios.

Por eso cuando estamos en plena fase de enamoramiento nos volvemos obsesivos y el “Ser Amado” es todo en lo que podemos pensar.
Cuando conocemos a alguien, y ese alguien no da la “información neuro, fisio, inmunológica” adecuada empezamos el viaje.
Un aumento de la feliletilamina en la sangre que literalmente nos hace ver todo color rosa. (Dilatación de las pupilas y más oxigenación…la sangre como protagonista tiñéndolo todo)

ENAMORMIENTO:

El problema no es el rush, ni las hormonas, ni la revolución de la biología sobre la racionalidad.
Porque el problema nunca son los hechos.

Los hechos son meramente lo que sucede.

El problema es la interpretación que le damos a los hechos.

Suponer que esa deliciosa tormenta bioquímica ES AMOR, y tiene valor como fundamento de una relación a largo plazo.
ESE ES EL PROBLEMA

Todo está en nuestras interpretaciones:
Si cuando tengo un rush de feniletilamina en vez de sumergirme gozosamente a disfrutarlo, a vivirlo hasta quedar atravesada, interpenetrada por la experiencia, me pongo a pensar de qué color quiero el tocado de novia, entonces rápidamente empezaré a construir un príncipe azul, y una casita con cerca blanca o todo lo que me dijeron que tiene que tener una mujer feliz…

Si en cambio me sumerjo en la experiencia y navego en ella, con su corriente, a su favor (que es el mío), entonces un rush de feniletilamina típico (de 3 a 10 meses) puede rejuvenecerme, física y mentalmente, años….

SI SEÑOR AÑOS!!

Además no tiene efectos colaterales, y llegado el caso que se te haya excedido la dosis , no es nada que una buena activación del parasimpático no pueda equilibrar.
Un enamoramiento cada tanto te quitará años de vejez y te llenará de años de vida.

Dicen que el enamoramiento es pura química, el matrimonio pura física y el divorcio pura matemática… no hay caso,  que el modelo newtoniano le quita la magia a la vida…

Viva Morin y su modelo de complejidad:

“Las cosas pueden ser y no ser al mismo tiempo”

Ahora:

Cuando no deposito expectativas en la experiencia, sino mi conciencia, mi atención, mi “estar presente en el presente” entonces esa experiencia es rica, provechosa, nutricia, y yo estoy más receptiva al mundo de posibilidades que crea.
Alguien dijo: el sexo es un evento la ternura es una atmósfera así que: si no hay atmósfera no hay evento!!

Así, ese encuentro de dos puede brillar hasta quemarse en sí mismo o puede mutar y dar paso a otros componentes, tanto químicos como emocionales y energéticos.

“NO ELEGIMOS DE QUIEN ENAMORARNOS”

Claro, no es posible decir que esto es o no es cierto sin contradecir el hecho primario de que “La Verdad” no existe (o no nos es accesible…o no de momento bah!).

Pero sí se puede decir de esta frase que es tan real como ficticia.

Tal vez la construcción más correcta (aunque definitivamente menos romántica) sería :  “No siempre tenemos conciencia de los datos ni los caminos que hemos tomado para elegir la permanencia del individuo por el que hemos dejado fluir suficiente cantidad del tipo de emociones que permiten que nazcan sentimientos”

Si, si, te dije, le quita todo el encanto.
Quienes trabajan conmigo en el consultorio saben lo que se siente.
Pero en compensación es mucho más empoderante.

Porque te permite reconocerte como el artífice de tu Amar, y el responsable de las elecciones que tu amar implican, desde la persona hasta los modos y la mirada sobre las circunstancias.

Así también, nos pone en situación de no tener que mentirnos.
De no tener que “contarnos” que es AMOR para poder permitirnos la libertad de sentir y de hacer de acuerdo a lo que sentimos.

De ser libres de poder vivir un enamoramiento intenso, visceral, químico, deslumbrante.
Aceptarlo, transitarlo, pero en conciencia de que no debemos declararnos enamorados, comprometidos en sentimientos, para poder disfrutarlo.
Darle la bienvenida como un regalo de la vida y despedirlo como lo mismo, porque al fin todo lo que nos pasa nos pasa porque puede pasarnos, porque estamos vivos para recibirlo.

Y del mismo modo nos permite tener la mente fresca, lúcida, para ser capaces de reconocer cuando ese “rush” deja de serlo y se manifiestan sentimientos más profundos, sentimientos para elegir, para trabajar, para nutrir, para mezclarnos, comprometernos y AMAR.

NAMO VHA

Autora: Sri Ganga Mata
(Todos los Derechos Reservados)

Nota:
Cuando hablo de no esperar a cambio no hablo de la posición obsesiva en el que dar se vuelve un modo de manipulación, más auto erótica que afectiva, hablo de no tener al Amor como bien de cambio, sino entregado en una danza de reciprocidades nutricias y enriquecedoras.