Ingredientes (para unas 35 unidades)
- 300 gr. de harina de repostería
- 130 gr. de azúcar
- 1 huevo a temperatura ambiente
- 100 ml. de anís dulce
- 50 gr. de mantequilla
- la ralladura de 1 limón
- aceite de oliva para freír (de girasol o de oliva suave)
- azúcar glas para espolvorear
En un cuenco amplio fundís la mantequilla al baño maría o en el microondas. Añadís el azúcar, el huevo y el anís. Mezcláis bien hasta obtener un resultado homogéneo.Incorporáis la harina tamizada. Con una espátula lo mezcláis un poco y continuáis con las manos, amasando hasta que esté todo integrado. Cabe la posibilidad de añadir un poquito más de harina si veis que la masa está excesivamente pegajosa, pero poco a poco sin locura. Hay que obtener una masa elástica que se maneje bien.En la mesa de trabajo espolvoreáis un poco de harina. Cogéis porciones de masa del tamaño de una nuez y con el rodillo o incluso con la mano las estiráis un poco. Les dais la forma que os apetezca si estáis en plan supercreativo. Y si no, pues rectángulos. Les hacéis un par o tres de hendiduras para adornar y así se freirán mejor.Llega el momento fritura. En una sartén con el aceite caliente y abundante las freís, cuidadín aquí, la cosa va rápido. No os despistéis que se queman visto y no visto.Las vais depositando sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Cuando se hayan enfriado las espolvoreáis con azúcar glas.
Una virtud de esta masita frita: metida en una caja de lata sobrevive en buenas condiciones un par de días.Y ya veis, en un momento tenéis Ojales para rato.