El post de hoy viene con muestra doble porque, básicamente, estos dos productos fueron lanzados al mismo tiempo y se complementan perfectamente: por un lado, la máscara Noir Couture Volume y por otro, el delineador Liner Couture, ambos de Givenchy.
La nueva versión de la máscara Noir Couture (una de mis preferidas es la 4 en 1) es la Volume. Esta máscara también tiene en su fórmula el tratamiento Lash Booster Expert, con oxazolidona, que protege las pestañas y las reestructura, extracto de Artemia Salina revitalizante y péptidos nutritivos de arroz, que trabajan en cada aplicación.
La presentación es una belleza, se trata de un tubo brillante con el diseño de cuña invertida, inspirada en los diseños de Ricardo Tisci.
El cepillo de esta versión es diferente al de las anteriores máscaras de esta línea: tiene una forma de cono que se va curvando. Si le sacáramos el producto, veríamos cerdas blancas en los extremos y negras en el centro. Las blancas estiran y separan y las negras se cargan con la dosis justa de producto.
La fórmula es un tanto densa debido a sus microesferas de queratina. Se seca en un tiempo razonable, lo que permite poner más de dos capas y que no se empasten las pestañas. El volumen y la curva de las pestañas se notan en la primera capa.
La curva se mantiene todo el día. A pesar de retirarse fácilmente con agua, no se desprende ni se corre si son de tocarse mucho los ojos.
- Resultado: dramático.
- Ideal para: pestañas finas o para looks intensos, nocturnos o donde se tenga que destacar la mirada.
- Cuidado: pestañas gruesas o rebeldes.
Y el compañero infaltable de esta máscara es el Liner Couture, un delineador con punta de fieltro hiper preciso.
La punta no es ni extremadamente dura ni súper blanda, tiene la consistencia ideal para no hacer desastres en el ojo. Las líneas finas quedan finas, aún en las manos de las inexpertas como yo.
Me ha pasado varias veces que los delineadores, al colocarlos en el dorso de mi mano para sacarles fotos, se corrían un poco por las líneas de la piel. Acá, como podrán ver, no se corrió ni un poquito.
El lápiz es bien fino, muy cómodo y fácil de usar. La punta de fieltro no se dobla fácilmente y se puede hacer un delineado casi microscópico sin miedo a clavárselo en el ojo porque es muy suave (been there, done that).
El resultado es un delineado negro intenso y brillante. No tiene glitter, pero el acabado parece charol sobre la piel. No es waterproof, por lo que se retira con agua. Hay que refregar un poco, he de reconocerlo, pero prefiero eso antes que quedar como mapache porque me vivo tocando los ojos.
Es uno de los delineadores que más me gustaron, por la punta y por el resultado negro charol. El precio es de $380 y pueden conseguirlo en las perfumerías. Dentro de unos días, van a ver un tutorial en la página de Falabella donde uso ambos productos.
¿qué me dicen de los resultados?