Ya había leído La playa de los ahogados antes de enfrentarme a esta entrega, precedente, pero no me he encontrado a disgusto. De hecho, me siento con fuerzas para volver a disfrutar del segundo título de la hasta ahora cerrada trilogía que se completa con El último barco, lógicamente la última de las novelas que debería leerse para hacerlo como el autor las concibió.
Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez
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