The Delgados ya pasaron por este blog, concretamente con Hate, que fue uno de los primeros impepinables que puse. Y es que la banda escocesa tuvo una carrera corta, pero sus cinco discos – en menos de diez años – son una maravilla. Desde el pop ruidoso y, casi lo-fi, de Domestiques y Pelotón, al pop luminoso de este Universal Audio. Sin olvidarnos de The Great Eastern y Hate; sus dos obras maestras. Además, fueron uno de los grupos que más hicieron por la escena escocesa dando cobijo en su sello a bandas como Mogwai, Bis o Arab Strap.
Emma Pollock y sus tres chicos, se separaron tras la publicación de este trabajo, ya que no llegaron a tener el éxito que esperaban con este álbum, que era mucho más comercial y alegre que sus dos anteriores trabajos. La verdad es que no me extraña que acabaran desilusionados y hartos de todo, ya que este disco lo tiene todo para triunfar, y aun así, no lo hizo. Para colmo, la crítica no acepto muy de buena gana ese giro hacia un pop más convencional y sin la épica de Hate, que dos años antes había sido elogiado por los redactores de medio mundo.
Si es cierto que este trabajo es inferior a su predecesor, pero es que no es fácil hacer una obra maestra detrás de otra. Mucha gente esperaba otra joya en la que Dave Fridmann llenara sus canciones de arreglos orquestales, y de tristeza. Sin embargo, los escoceses, se sacan de la manga una colección de canciones en las que no hay casi rastro de pesimismo, y en las que el pop juguetón de sus comienzos aparece de nuevo. Eso sí, con una producción mucho más limpia, y con los juegos de voces – tan característicos de sus composiciones – intactos.
Algo que es innegable, es que el disco ha envejecido de maravilla – más le vale, ya que solo tiene ocho años -, y no tengo duda de que está colección de canciones seria recibida con elogios en la actualidad. Temas como Everybody Comedown, Is This All That I Came For?, Get Action! o Girls Of Valour siguen sonando frescos y me parecen mejores que muchas de las cosas que últimamente ponen por las nubes.
Eso sí, no todo es alegría y estribillos que se pegan a la primera, también hay canciones más acordes con su etapa de odio a todo el mundo. Ahí está esa joya llamada The City Consumes Us en la que nos regalan uno de sus típicos, e irrepetibles, crescendos. O la guitarrera Now & Forever con la que cierran el álbum de una forma espectacular.
Es cierto que a lo mejor yo no soy muy imparcial con este grupo, pero creo que en su día había pocas bandas tan interesantes como ellos, y deberían ser más reivindicados. Para colmo, tenían un directo tremendo que no me importaría ver otra vez. A ver si se reúnen estos, y no toda la morralla que está viviendo del cuento últimamente.
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