Oldies But Goldies: Weezer – Weezer

Por Homeboy

He estado dudando en que sección debería ir este disco, y no lo he metido en los impepinables de milagro, pero después de ver a la mierda de grupos a los que han influenciado, he decidido que se merecen un castigo por hacer que Biffy Clyro cogiesen una guitarra por primera vez.

La verdad es que tengo que reconocer que les he tomado un poco de manía gracias a sus últimos discos, que me parecen un horror – cuando le dan al hard-rock son insoportables -, y a esas hordas de fanáticos que no aceptan una sola critica a su grupo favorito. Para colmo, el directo que pude ver de ellos en la antigua sala Katedral de Madrid, me pareció bastante soso – Los teloneaban The Posies y se los comieron con patatas – . Pero todo eso no quita que este disco me siga pareciendo una autentica maravilla con diez temas brillantes. Además ha envejecido muy bien, y no se le puede negar su puesto entre los mejores discos de los noventa.

El debut de Weezer tuvo la suerte de llegar en el momento más oportuno, con la música alternativa – que de eso tenía poco – más de moda que nunca, y con el cadáver de Kurt Cobain todavía caliente. No obstante, Rivers Cuomo ha reconocido la influencia de Nirvana más de una vez, aunque a mí siempre me han sonado más a Pixies y sobre todo a The Cars. Y es que no es casualidad que el líder de la mítica banda de Boston produjera este trabajo, ya que suena a ellos por todos los lados – No One Else podría estar en cualquier disco del grupo de Ric Ocasek -, y le dio el enfoque pop que perdieron en sus siguientes discos.

Desde luego, también hay que reconocer su merito a la compañía de discos, que les pago sus videos dirigidos por Spike Jonze – el de Buddy Holly es todo un clásico -, y les hizo una promoción sin precedentes, que dio sus frutos con bastantes creces. Y es que como ya he dicho antes, las discográficas estaban al acecho del próximo gran grupo de inadaptados sociales, y Weezer daban el perfil de sobra. Con todo, no creo que les resultase muy difícil vender este disco, ya que es tremenda colección de pegadizas canciones a las que es imposible resistirse tras un par de escuchas. Empezando por las tres maravillas que sacaron como single – es curioso que Say It Ain’t So se haya convertido en la canción emblema de este trabajo, cuando Buddy Holly y Undone – The Sweater Song son mucho mejores -, y acabando por In The Garage, Surf Wax America o My Name Is Jonas.

Mención aparte merece esa joya llamada Only In Dreams con la cierran el disco – ese subidón a mitad de canción sigue siendo de lo más emocionante -, y el pop The World Has Turned And Left Me Here, que me recuerda bastante a lo que hacía Matt Sharp con The Rentals; grupo que a la postre me terminó gustando más que los propios Weezer.

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