Hace un par de días visité a estos hermanitos; cosa rara, muy educados como sus padres. La madre, mientras los examinaba nos hizo una foto. Probablemente usó un iPhone con Instagram y, con la iluminación artificial, parecíamos todos estar "atacados" por una hepatitis aguda ya que estábamos de un amarillo chillón. Por medio del programa Picasa he hecho unas pequeñas modificaciones quedando una foto muy chula en blanco y negro (me encantan las fotos en B/N).
Como se puede comprobar, los tres soplábamos como locos y ninguno tenía "pitos" o ahogo. ¡Buf!, que suerte.