Olímpico de Múnich, un estadio con muchas historias

Publicado el 31 marzo 2020 por Colgadosporelfutbol

Pocos estadios han dado que hablar tanto en apenas 33 años de vida que lo que dio el Olímpico de Múnich. Conocido como el Olympiastadion, su creación data de 1972, cuando se inauguraron los Juegos Olímpicos de Múnich, que sirvieron para darle nombre al recinto.

El Olímpico de Múnich, un estadio con mucha historia

El estadio estuvo diseñado a través de unos toldos panorámicos de vidrio acrílico que tenían por objetivo imitar los Alpes y servir de contrapeso con el otro estadio olímpico del país, el de Berlín, que tuvo el dudoso honor de ser sede de los Juegos en pleno régimen nazi. Abajo, el campo de juego estaba rodeado por la tradicional pista de atletismo. Precisamente, el campo de fútbol acogió el primer gran partido de su historia, la final de los JJOO, donde Polonia venció a Hungría por 2-1 con dos tantos de Deyna.

No obstante, este partido no fue el primero en disputarse en el Olympiastadion. Ese honor le correspondió al amistoso entre la República Federal Alemana y la URSS que acabó con un 4-1 a favor de los locales con los cuatro tantos anotados por Gerd Müller.

El Olympiastadion es uno de los recintos que ya son historia del fútbol. FOTO: Youtube

Finalizados los Juegos, el estadio pasó a manos del Bayern, que comenzó a jugar sus partidos de la Bundesliga en el recinto. La cosa no le fue mal a los bávaros, que consiguió ganar dos ligas consecutivas jugando en el nuevo estadio sumando tres seguidas. Tres también fueron las Copas de Europa ganadas por un equipo repleto de estrellas donde destacaba el portero Sepp Maier, Franz Beckenbauer o el “Torpedo” Müller entre otros. Además, la Copa Intercontinental también vio coronarse al equipo germano como campeón.

Ellos mismos integrarían la selección alemana que iba a triunfar en este mismo estadio en el Mundial de Alemania 74. Un partido de leyenda, el que enfrentó a la Holanda de Cruyff y a la Alemania de Beckenbauer y que saldó con victoria alemana por 2-1. Eso sí, la “Naranja mecánica consiguió dejar en las porterías del Olympiastadion el récord del gol más rápido en una final de un Mundial.

El estadio como no podía ser de otra forma también fue sede de la final de la Copa de Europa. Y no una, sino hasta en otros veces la albergó: la primera la de 1979, que ganó el Nottingham Forest al Malmö sueco. La segunda, en 1993, cuando el Olympique de Marsella de un tal Papin y Desailly venció contrapronóstico al AC Milan de Van Basten y Rijkaard. Tres años despúes, en 1996, era el Borussia Dortmund de Summer el que se coronaba campeón de Europa al derrotar a la Juventus de Del Piero.

En 1988, el estadio vivió la final de la Eurocopa de Alemania. Esta vez, los holandeses se vengarían de su derrota en el Mundial 74, con una extraordinaria final ante la URSS, donde se pudo ver uno de los mejores goles de la historia del fútbol: la impresionante volea de Marco Van Basten.

Los años 80 también sirvieron al estadio para comprobar la rivalidad entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich. El famoso pisotón de Juanito a Matthäus tuvo lugar en el césped del Olympiastadion. Una rivalidad que se mantuvo a principios de los 2000 con el equipo de los Galácticos y el Bayern de Oliver Kahn y Effenberg.

En ese año 90, el recinto también recibió el hospedaje del TSV 1860 de Múnich, el otro gran equipo de la ciudad, compartiendo el estadio hasta que el año 2005 decidieron trasladarse al Allianz Arena, el heredero natural del Olímpico de Múnich.

La nueva joya del Allianz Arena

Con la creación en 2005 del nuevo Allianz Arena, el Olímpico de Múnich pasó a un segundo plano, dedicándose a acoger campeonatos de segundo nivel o conciertos al aire libre de los mejores cantantes y grupos del mundo (EJ: Bruce Springteen o AC/DC).

Y es que el Allianz Arena constituye una auténtica joya de la corona. Inaugurado en 2005, los dos equipos importantes decidieron trasladarse a la nueva cancha tras ser sometida la idea a referéndum. El primer partido tuvo el honor de jugarlo el TSV 1860 contra el Nuremberg el 30 de mayo de 2005, sólo un día antes del estreno por parte del Bayern, que hizo una gran fiesta de inauguración en un partido homenaje contra la selección alemana.

El Allianz es un estadio absolutamente moderno, que tiene como principal característica el cambio del color de fachada según juegue un equipo u otro. Cuando lo hace el TSV 1860, el recinto se ilumina de azul, mientras que si lo hace el Bayern, es el rojo el color predominante. Si la que juega es la selección, el color cambia al blanco.

El estadio tiene capacidad para 71.000 personas, y si por algo destaca es por la cercanía de la grada al terreno de juego. Fue una de las sedes del Mundial 2006, donde albergo la ceremonia inaugural entre Alemania y Costa Rica, además de otros cinco partidos, en los que destacó la semifinal entre Francia y Portugal, que acabó con victoria gala gracias a un gol de Zinedine Zidane.

En mayo de 2012, el estadio fue la cita de la final de la Champions, donde el equipo local del Bayern sufrió el famoso mal del anfitrión y acabó perdiendo en los penaltis la que hubiera sido su quinta Copa de Europa.

El Olímpico de Munich dio paso al Allianz Arena. FOTO: Fcbayern.com