Olite, municipio navarro situado a 40 kilómetros de Pamplona, es parada obligada en la comarca de la Navarra Media. Desde el promontorio donde se ubica, Olite ofrece un singular panorama de bellas sierras y tierras de ribera, cuyas vides y cultivos de espárragos son regados por el río Cidacos.
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El paso de los siglos ha proporcionado a esta población un interesante legado monumental, cultural y gastronómico que convierten la villa en un apreciado destino turístico.
Su agradable clima mediterráneo ha facilitado la elaboración de algunos de los mejores vinos de esta Comunidad Foral, convirtiendo a Olite en la capital de los vinos navarros, con profusión de bodegas y cooperativas en su término municipal. Disfruta de una temperatura media anual de 14 grados, que se eleva a los 29 grados en verano, para descender hasta un grado y medio en los meses invernales.
El patrimonio monumental de Olite
Para descubrir todos los monumentos que atesora Olite es preciso recorrer sus calles y plazas, donde las murallas romanas, las galerías medievales subterráneas, los arcos góticos o las casonas solariegas hablan de su ilustre pasado.
Dentro de la arquitectura religiosa, en Olite sobresalen monumentos como la iglesia románica de San Pedro, la más antigua de la villa, o la iglesia gótica de Santa María La Real, del siglo XV. En su exterior llama la atención su portada, mientras que en el interior el retablo renacentista de Pedro de Aponte atrae la vista del visitante.
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En cuanto a monumentos civiles, sin duda el edificio histórico más destacado es el Palacio Real. En realidad se trata de dos palacios construidos uno junto al otro que ocupan una gran parte del casco urbano medieval.
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El palacio más antiguo, llamado el Viejo o de los Teobaldos, fue construido entre los siglos XII y XIII. Alberga en la actualidad el Parador de Turismo, y conserva sólo de la construcción original los muros y las torres.
El palacio más “nuevo” es el Palacio de los Reyes de Navarra, edificado entre los siglos XIV y XV. De estilo gótico civil francés, posee un gran patio de acceso y está rodeado por fosos, jardines, torres y murallas. En el interior, que puede visitarse en compañía de un guía, se conservan en perfecto estado las fastuosas estancias. Por todo ello, este imponente castillo fue declarado Monumento Nacional en el año 1925.
Comer y alojarse en Olite
Al igual que el pasado histórico ha dejado huella en la arquitectura de Olite, también ha marcado su gastronomía, cuya cocina mantiene reminiscencias medievales. Entre los platos más típicos que se pueden degustar en la localidad están las pochas al estilo tradicional, el ajoarriero con caracoles, los pimientos rellenos de bacalao, el calderete, el lomo de bacalao al pil–pil, las migas de pastor, las costillas de cordero, el cordero al chilindrón, la berza o el cardo. Para los más golosos se elaboran dulces recetas como la leche frita, las rosquillas, la tarta de chocolate o las sopas del Niño.
Por su parte, la oferta de alojamiento de Olite incluye un hotel de cuatro estrellas, el Domus Selecta La Joyosa Guarda; hoteles de tres estrellas como el Juglar o el Parador Nacional de Olite, o establecimientos de dos estrellas como el hotel Merindad de Olite.
Qué ofrece Olite al visitante
La villa de Olite ofrece a todos aquellos que se acerquen a conocerla la posibilidad de disfrutar de su increíble patrimonio, degustar su contundente gastronomía o probar sus excelentes vinos, que incluyen caldos rosados, tintos jóvenes, crianzas, reservas y grandes reservas adscritos a la Denominación de Origen Navarra. Visitar las bodegas, catar y adquirir vinos es otra de los atractivos con los que cuenta la localidad.
Posee Olite un animado calendario festivo que es imprescindible conocer para visitar la villa en sus mejores y más animados momentos. Las Fiestas Patronales en honor de la Exaltación de la Santa Cruz, del 13 al 19 de septiembre, o las fiestas de los patrones del municipio, San Pedro (29 de junio) y la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), son eventos que muestran la cara más festiva de esta población navarra.
Agosto es también una buena fecha para visitar Olite, ya que es este mes cuando tiene lugar el Mercado Medieval y la villa se convierte en una auténtica ciudad del Medievo. Sus habitantes engalanan las calles, se visten con ropas de la época e invitan a todo el mundo a participar en las diversas actividades que realizan.
Otros eventos trascendentales en Olite son la Romería de Santa Brígida, que se conmemora el sábado más próximo al 22 de mayo; la Virgen del Cólera, que tiene lugar cada 26 de agosto, desde el año 1885, para conmemorar el fin de la terrible de epidemia de cólera que hubo en la localidad, o la Fiesta de la Vendimia, que se celebra el último fin de semana de agosto o el primero de septiembre, y que es una notable festividad en torno a los vinos de la denominación de origen Navarra.