Os voy a contar como hago en casa las olivas verdes.
La variedad que yo hago para verdes es la Royal ya que es de gran tamaño y muy carnosa.
La cogemos antes de que empiecen a ponerse negras. Como buena aragonesa tomo como referencia El Pilar, 12 de octubre, aunque este año iban muy adelantadas y las hemos cogido antes.
Una vez recolectadas las olivas hay que rajarlas. Yo las rajo a mano, una a una con un cuchillo. Hay que hacer tres o cuatro rajas a cada oliva.
Después hay que ponerlas en un recipiente con agua, si es de cristal mejor, y cambiarles el agua diariamente hasta que estén “muertas”, hayan perdido el amargor.
Dicen que se cambia el agua 9 días, pero yo la verdad es que la cambio mas, ya que 9 son muy pocos. De todas formas se van probando y cuando las veas a tu gusto ya están listas para apañarlas. Este año las he tenido 14 días.
Frasco con olivas ya rajadas
Después de estos 9 o 14 dias las tenemos que apañar con sal y las hierbas que a ti te gusten.
Para saber la cantidad de sal, yo recuerdo ver a mi madre con la prueba del huevo, que no era otra que poner un huevo dentro del agua e ir añadiendo sal. Cuando el huevo asomaba un poco en la superficie, se daba por buena la cantidad de sal.
Yo simplemente añado un cucharón por cada litro de agua, son sobre 40 gramos de sal y listo.
Como apaño yo he utilizado hinojo y tomillo. Así que me di un paseo por el monte y recogí un buen fajo. Hay que cocerlo en abundante agua.
Yo para que luego no salgan los trozos entre las olivas a la hora de comerlas, cuezo las hierbas en abundante agua y después la cuelo. Incorporo el líquido de la cocción a las olivas aun caliente y así toman el gusto antes.
Hay que llenar el recipiente de liquido hasta arriba, que cubra bien las olivas. A los dos días las olivas están listas para comer.
¿Veis que sencillo?