Como he dicho en muchas ocasiones, Martinez Roca me tiene ganada con su colección Emocionate, todavía no he encontrado un libro de la serie que no haya hecho mis delicias, y este por supuesto no ha sido menos, sobre todo porque no es lo que parece. Y aunque es una novela más bien corta, de poco más de 250 páginas, la verdad es que a mi me ha parecido muy intensa.
Necesitaba una novela corta, de transición entre lecturas, una novela que se dejara leer sin más pretensiones y lo que he encontrado ha superado con creces mis expectativas, la novela es fácil de leer, sin embargo no por ello es facilona y tiene sus pretensiones, las de brindar un rayo de esperanza a aquellas personas que un buen día creen que su vida ha tocado fondo y no merece la pena seguir luchando, las enseña a reflexionar, a ver que hay más vida despues de aquello que las ha hundido y que todo es posible, hasta lo que habíamos dado por remoto.
La autor@
Paola Calvetti nació en Milan en 1958, y es novelista y periodista. Trabajó en la redacción de La Republica
Información facilitada por la editorial
Argumento:
En los días previos a la Navidad Olivia es despedida de su trabajo, completamente hundida y sintiendose una fracasada deambula por las calles bajo la nieve y arratrando una caja con pertenencias hasta que se refugia en un estanco café. Alli entre sus paredes, al resguardo de la nieve y el frio, y servida por un camarero capaz de respetar los silencios trancurre el resto de la jornada, entre reflexiones, recuerdos, añoranzas y la insistencia de su amiga al telefono.
En otra parte de la ciudad Diego un joven abogado también vive un día especial. Su vida no ha sido fácil, se vio marcada por un suceso trágico, el mismo también nos ofrece reflexiones, aunque a mi modo de ver no tan intensas como las de Olivia.
El destino caprichoso como pocos los reune en una fiesta de Navidad que ninguno de los dos afronta con muchas ganas.
Personajes:
Los personajes centrales de esta historia son dos, ellos son los que llevan el peso de la historia con la inestimable ayuda de secundarios de lujo, unos presentes, y otros muy ausentes pero tremendamente vividos en el corazón de nuestros protagonistas.
Olivia, es una joven que trabaja en el sector de la comunicación, concretamente en el departamento publicitario de una empresa, allí ha derrochado imaginación a raudales, pero el país se encuentra en una crisis sin precedentes y su cabeza rueda como la de muchos compañeros. De normal algo pesimista empieza a darle vueltas a la cabeza para ver de que forma puede reducir gastos y se dedica a hacer unas listas, mientras espera que su abuela a la que perdió con 5 años le de ideas y respuestas sobre que hacer. A pesar de estar abatida en todo momento busca un rayo de luz, una esperanza, no se sume en su dolor. Su abuela le enseño a amar las palabras, y le regaló una polaroid
Diego: es el otro protagonista, sufrió la perdida de su hermano siendo niño y junto a él perdió a su madre que nunca más fue la misma, necesita cerrar heridas y mirar hacia adelante y eso es lo que se propone. Trabaja como abogado y al menos en el campo profesional le va mejor. Diego se dedica a coleccionar palabras que añade a su libreta.
Secundarios necesarios
Sarah: Es la amiga de Olivia desde el colegio, tiene un sexto sentido para saber cuando la necesita, y hoy precisamente debe intuir que algo no va muy bien porque el telefono de Olivia echa humo y el mail está colapsado. Digamos que ella es todo lo que a Olivia sin reconocerlo le gustaría ser.
Enrico: Es el amigo de Diego, al que quiere como un hermano, con el que puede contar para todo y el que le obliga a ir a la fiesta de Navidad que ha organizado su empresa.
La abuela: es el referente de Olivia, con ella pasaba la mayor parte del tiempo, ella le enseño a amar las palabras, le dio valores, la enseñó a superarse, a reflexionar, a no rendirse jamás y a buscar medios de para salir adelante, es la gran ausente y sin embargo llena muchisimas páginas de esta novela.
Andrea: es el hermano mayor de Diego, el otro gran ausente, un muchacho inteligente, músico, que un buen día desapareció de sus vidas en trágicas circunstacias, dejando a sus padres destrozados y muertos en vida y a su hermano abandonado por cuanto nadie parecía tenerle en cuenta, a pesar de todo Diego adoraba a su hermano y muchos años después todavía sigue rindiendole homenaje.
Manuel: Es el camararero del café estanco, un estudiante de economicas nocturno que como muchos tiene que trabajar para pagar sus estudios, profesional como pocos sabe cuando brindar apoyo y gestiona los silencios como pocos.
La Polaroid: para aquellos que no sepáis que es, que supongo que sereis los más jóvenes, fue una cámara de fotografiar con una ranura por la que salian las fotos de forma instantanea, había que moverlas un poco, guardar en la oscuridad y esperar a que la imagen adquiriera forma. Yo tuve una, me la regalaron en la comunion y durante un tiempo la hice servir muchisimo. Fiel compañera de Olivia desde que se la regalo su abuela, con ella retrata momentos que le gusta guardar, aunque ultimamente le cuesta encontrar los recambios.
Estilo
La autora hace gala de un lenguaje sencillo, cuidado, un prosa ágil a pesar de encontrarnos ante reflexiones, en algún momento puede hacerse lento y es que no olvidemos que Olivia está pasando por un mal momento y Diego también nos ofrece reuerdos nada agradables.
El mayor peso de la historia lo llevan los capitulos narrados por Olivia en primera persona, por ese motivo esos son más intensos, podemos llegar a sentir la desesperación de esta, el sentimiento de impotencia, ese querer renacer de entre las cenizas, esa busqueda de una manifestación por parte de su abuela que para ella es tan importante. Me he sentido en muchas ocasiones identificada con la protagonista, yo un buen día también me vi sin trabajo y no soy dada a hacer listas, las hago mentalmente pero también hice como ella, ver que podía ser desterrado de mi vida, de ese modo dejé de ir a la peluquería, me tiño el pelo en casa y porque no puedo cortarmelo yo misma, empecé a comprar marcas blancas, dejé de comprar tantos libros, revistas, la ropa empecé a reutilizarla, todo lo que estaba servible volvió a mi armario, limité las salidas al máximo, las cenas en casa de los amigos se hicieron más a menudo, incluso en la mía...
Sin embargo alternando con ellos hay unos capítulos encabezados por un simple El que hace referencia a Diego y estos están narrados en tercera persona por lo que no lo llegamos a sentir tan cercano, nos dolemos de su trágedia, de la infancia que le ha tocado vivir, pero sin embargo no podemos empatizar con él de la misma forma, posiblemente no solo se deba a como están narrados esos episodios, si no que también cuesta más ponerse en su situación, no todos la hemos vivido.
Como es decía en el BBF cuando os presenté el libro, el principio parecía no tener mucho que ver con el resto, sin embargo cuan equivocada estaba, es justo ahí donde se encuentran las claves para entender la novela, porque en el cementerio hay dos niños, una niña abrazada a una polaroid... Olivia, y un niño, Diego, que cruzan su mirada. Su vida está llena de coincidencias sin que ellos lleguen a percatarse, se cruzan en infinidad de veces sin ser conscientes de ello y tendrán que esperar mucho más para volver a cruzar sus miradas.
Impresiones
La historia no ha sido lo que esperaba, temía que fuera una novela romántica pastelosa en exceso en la que el amor tuviera un lugar primordial, y si eso es lo que esperas posiblemente el libro termine defraudandote, porque no lo vas a encontrar, y sin embargo te vas a sumergir en un mundo de reflexiones, de sensaciones, vas a adentrarte en una montaña rusa de sentimientos, tan pronto te encontrarás arriba con la protagonista como descenderás en picado cuando su ánimo decaiga.
Me ha gustado sentirme identificada con Olivia y ver como intenta buscar soluciones, y transmitir que hoy lo ve todo negro pero quizás mañana cuando la tormenta haya pasado el sol seguramente brillará y esas listas a las que es tan aficionada te hacen ver que nada es imprescindible, que se puede dar un vuelco a la vida que se lleva que siempre hay algo que se puede quitar y no hay mal que por bien no venga.
Quizás en lo que más me he sentido identificada es en ese aislamiento al que se somete, en ese no querer que su familia sufra, en demorar la charla con su amiga, porque yo también tiendo a hacer lo mismo, primero tengo que mascar yo mi dolor, tengo que interiorizarlo, comprenderlo y una vez he visto luz al final del tunel puedo volver a la sociabilidad.
Sin embargo lo que más creo que me ha ganado es esa historia de la Polaroid, el como la empresa quiebra y trabajadores que creen todavía en la maquina hacen una cooperativa para seguir fabricando las recargas, algo que desconocía porque la polaroid hace muchos años que está guardada en su caja, y no he sentido en ningún momento hasta ahora la necesidad de volver a acercarme a ella. Como curiosidad me ha parecido sublime, porque esa cámara es como un apendice de la propia Olivia.
Conclusión
Si buscas una novela romántica en este libro no encontraras grandes amores, ni grandes ni chicos, si buscas una novela ligera, quizás se te haga lenta, si buscas una novela sin pretensiones te sorprenderan las profundas reflexiones.
Pero si como a mi no te apasiona la novela romántica, quizás disfrutes de lo que te ofrece esta novela, de la forma en que esta autora ha hilvanado la vida de estos dos personajes, unas vidas que se han entrecruzado en infinidad de ocasiones sin que ellos hayan sido conscientes en ningún momento.
Dos personajes marcados por las ausencias, ambas se produjeron en el mismo tiempo dejándoles sin niñez, o sin parte de ella, a ambos los marcó como adultos, dos personajes que evolucionan a la par y que como líneas paralelas si el destino no lo impide puede que no lleguen a tocarse nunca.
¿Te apetece conocer a Olivia y a Diego? ¿Quieres ver que les depara la vida? ¿Quieres compartir sus reflexiones y recibir un rayo de esperanza para esos momentos oscuros?
No lo dudes acercate a estas líneas si has respondido afirmativamente a estas preguntas y si lo que esperas es una gran historia de amor se consciente que no la vas a encontrar.