Y su verdor carnoso,recubierto de un rojo abrillantado,con el paso del tiempo iba pasandoa frágil consistencia de canela,perdiendo su prestanciacomo un bandoneón que se desinfla.
Y el sabor.Ese sabor que recuerdo como si fuese ahora,que me viene del tiempo, del paso de los siglos,cuando vuelvo en otoño a su presencia.
Todo perfume.Todo, sí, añoranza perfumadade mi pueblo pequeño y vaciadode los que fuimos niños por entoncesy andamos derramados por el mundo.
MOISÉS CAYETANO ROSADO