Oloroso Don Nuño

Por Guillermo Manuel De Villena
Oloroso Don Nuño
Bodegas Lustau
Palomino 100%
20% vol.
D.O. Jerez


A mi me resultaría muy difícil, por no decir imposible, decidir qué vino de todo el Marco de Jerez es el mejor. Ni siquiera en el caso de poder delimitar mi elección  de entre los vinos de una, digamos, gama media, es decir, suprimiendo los vinos de sacristía, las reliquias, los VOS, los VORS, etc. y suprimiendo también las gamas básicas.
Así, con todo, este Oloroso Don Nuño, ha sido galardonado con el premio al Mejor Vino Generoso por la Guía Gourmets 2012 y, lo que es peor, en esta categoría ya no solo se incluyen los vinos de Jerez, si no también de Montilla-Moriles, Condado de Huelva, Málaga, etc, etc, es decir, cualquier vino generoso. Imagínense lo que puede ser elegir de entre todos , cual es el mejor vino generoso.  Claro que, siendo de Lustau, no me sorprende. Hasta ahora, todo lo que he probado de Lustau es como poco excelente, y en este blog ya hemos mencionado al palo cortado Península que es de la misma gama Lustau Solera Reserva, con una decena de especialidades, entre vinos de El Puerto, Jerez, y Sanlúcar de Barrameda, pues debe ser de las pocas, si no la única bodega, que elabora vino en los tres vértices del mágico triángulo del Marco de Jerez, y razón tenía aquél que dijo, y alguna vez lo he leído, que "...de Sanlúcar es la manzanilla, de El Puerto, el fino, y el oloroso de Jerez". Ah!y una fantástica relación calidad / precio, por supuesto.
Y yo insistiendo que soy más de amontillados que de olorosos, vuelvo a rendirme ante la evidencia de un soberbio oloroso al más puro estilo jerezano, de bellísimo color caoba, con ese lagrimeo abundante y persistente; aroma muy complejo, intenso, penetrante; aromas a maderas viejas, a frutos secos, a fruta escarchada, incluso aprecio notas de buen brandy, y una boca plena, potente; un vino como dice la etiqueta "seco y con cuerpo".
Características propias de un vino de crianza oxidativa,  el tipo de vino generoso , digamos más antiguo conocido, por decirlo de alguna manera, pues  es evidente que antiguamente cuando un vino se oxidaba por falta de condiciones de conservación acababa siendo un oloroso, dicho así de manera burda, aunque supongo que distaban mucho de lo que hoy en día son estos buenos olorosos hechos a conciencia; con más de 12 años de crianza media, mediante el archimencionado sistema de soleras y criaderas.
En fin, una nueva maravilla más, de una gran bodega jerezana. Podéis ver algunas fotos, muy buenas (y no es un saludo) de mi amigo Denis Shumakov, cuando estuvo de visita por estas tierras desde su lejana Lituania:
Blog de Denis Shumakov