El proyecto Sant Miquel +B, Sumem des dels Barris se encuentra cerrando la primera fase del proceso, orientada a elaborar un diagnóstico participativo de la situación del barrio, para dar paso al comienzo de la segunda fase, en la que se definirá colaborativamente las propuestas que conformarán el Plan Integral de Acciones de Mejora (PIAM).
Las conclusiones del diagnóstico participativo servirán para definir en la segunda fase las distintas acciones de mejora, estudiar su programación temporal en función de las prioridades que se establezcan y garantizar su viabilidad a nivel de recursos. En la parte final de la última fase, además, se llevarán a cabo alguna de las acciones de «testeo», intervenciones de bajo coste y carácter temporal que permitan poner a prueba, evaluar y reajustar las propuestas si fuera necesario.
Durante la primera fase del proyecto se ha desarrollado una intensa labor de trabajo con los distintos agentes del barrio. Porque han sido muchas y diversas las entidades que se han sumado a aportar su visión sobre los problemas y las necesidades del barrio; la Associació de veïns de Sant Miquel, que ha sido uno de los pilares centrales sobre los que se han desarrollado las distintas actividades participativas; la Agrupació naturalista i ecologista de la Garrotxa, el Agrupament escolta Nostra Dona del Tura y la Associació de dones gambianes Yagaru, entidades que, aun teniendo un ámbito de trabajo que excede los límites de Sant Miquel, han tenido un enorme compromiso con el proyecto y con el trabajo planteado; la Colla Geganters de Sant Miquel y la Penya Embalats, que trascienden aquí su labor para la organización de eventos lúdicos y festivos con la implicación personal de sus integrantes. Todas estas entidades, además de vecinos a título personal, han participado en las distintas actividades llevadas a cabo.
En este aspecto se ha tratado también de conseguir la mayor implicación de las distintas áreas e institutos del Ayuntamiento; además del grupo de trabajo técnico se han recopilado estudios sectoriales y se ha mantenido contacto con las áreas de Cultura, Deportes o Medio Ambiente, con organismos independientes como el Consell Comarcal y el Parc Natural y con otras entidades como la Escola d’Art d’Olot. El objetivo de hacer de esta iniciativa un proyecto de ciudad, que revierta en beneficios para todos los habitantes de Olot, precisa de un enfoque amplio y tratamiento integral, para lo que resulta necesaria la implicación de todas estas entidades en el proceso.
Por eso el inicio del trabajo técnico pasó por recopilar y poner en común numerosos estudios sectoriales, de manera que se construyera a partir de lo ya hecho y de lo ya pensado anteriormente. El Planeamiento General, los estudios sociodemográficos y de cohesión, los planes de movilidad e infraestructuras, planes directores de espacios naturales y planes comerciales han servido como punto de partida para desarrollar el trabajo posterior, el estudio de indicadores. Con la colaboración de varias áreas del ayuntamiento, pero especialmente del Área de Infomació del Territori, se está llevando a cabo el análisis de los diversos aspectos funcionales, ambientales sociales y económicos que definen la situación actual del barrio.
Actualmente se está procesando tanto la información ciudadana recopilada durante el proceso participativo como los valores de los indicadores calculados, para generar los Indicadores Participativos [InPar], herramienta desarrollada por Paisaje Transversal, que relaciona ambos mundos facilitando la toma de decisiones. Si bien el documento en el que se plasmará esta información se encuentra aún en proceso de elaboración, ya se han identificado una serie de conclusiones resultado del diagnóstico participativo sobre las que se trabajará durante esta segunda fase.
Sant Miquel es un barrio que, a pesar de contar con valiosos recursos e importantes potenciales, sufre también de una imagen negativa en el resto de la ciudad de Olot. Actualmente el barrio resulta poco atractivo para muchos olotinos por ser uno de los barrios que acoge mayor población inmigrante, sin embargo esto no es si no confundir las causas con los síntomas. Sant Miquel ha sufrido una situación de abandono durante las últimas décadas que ha generado la pérdida de calidad del espacio público por el efecto de las infraestructuras y las grandes piezas comerciales e industriales, convirtiéndolo, comparativamente, en un barrio poco atractivo. Esta diferencia con respecto a otros barrios de la ciudad ha provocado la entrada de población de rentas más bajas, pero en ningún caso hemos de entender esto como el factor desencadenante del deterioro del barrio, sino más bien como un hecho derivado del mismo.
Como ya se ha apuntado, todo este fenómeno ha producido una pérdida de valor de los recursos con los que cuenta Sant Miquel, un barrio que por su condición de punto de conexión con el resto de la ciudad sigue manteniendo capacidad para promover sectores económicos diferenciales y beneficiosos para toda la ciudad. Un eje de acceso desde el Norte a la ciudad, colindante con el Nucli Antic y con unas condiciones urbanas que favorecen una actividad comercial diversa y de afluencia comarcal; Sant Miquel cuenta además con otros dos recursos diferenciadores: por un lado, la presencia de antiguos espacios industriales que pueden ser reaprovechados para nuevos usos creativos vinculados a la Escola d’Art; por otro su ubicación intervolcánica y la presencia de servicios como el hotel Sant Bernat, que lo convierten en uno de los puntos de salida del turismo rural hacia la Alta Garrotxa.
Además el barrio conserva gran identidad, parte del tejido social y de las fiestas populares, así como un adecuado comercio local, diversidad tipológica residencial y un espacio público con gran potencial, por disponer una de las plazas más activas de Olot y solares vacantes con capacidad para mejorar la red de espacios de convivencia del barrio. Es por ello que Sant Miquel reúne las condiciones necesarias para ser una unidad urbana sostenible en la ciudad de Olot que ofrezca calidad de vida a sus residentes y que enriquezca el funcionamiento de la ciudad en su conjunto.
En la línea de poner en valor los activos actualmente desaprovechados -labor que centrará nuestra atención en la segunda fase- se propone desarrollar alguna «táctica urbana», intervenciones de bajo coste sujetas a modificaciones y mejoras que permitirán «testear» las acciones definitivas. Durante esta primera fase se han identificado ya una serie de posibles tácticas, alguna se llevará a cabo durante otoño y el resto se concretarán para desarrollarlas en una fase posterior.
Las conclusiones descritas son el marco sobre el que se desarrollan las líneas estratégicas y primeras propuestas que contendrá el diagnóstico y que serán presentadas a la población de Sant Miquel durante las fiestas del barrio el 26-27 y 28 de Septiembre. Posteriormente a la presentación se concretarán colaborativamente las acciones de mejora durante el otoño.
En todo caso, es bueno ver que la idea de «plantear en positivo» con la que se inició esta primera fase ha permitido visibilizar los valores y potenciales con los que cuentan Sant Miquel y Les Tries. Siendo conscientes de sus deficiencias pero con la actitud de apego e identificación necesarios para sentirlo como una responsabilidad de todos.
Créditos de las imágenes:
Imagen 1: Mapeo Espacios Naturales, actividad de #OlotMésB (fuente: Paisaje Transversal) Imagen 2: Joc de barri, una de las siete estrategias participativas dle proceso #OlotMésB (fuente: Paisaje Transversal) Imagen 3: Elaboración de indicadores técnicos para el Diagnóstico Participativo, #OlotMésB (fuente: Paisaje Transversal) Imagen 4: Propuesta de tácticas urbanas para #OlotMésB (fuente: Paisaje Transversal)