“Olvídate de la película Amadeus”, entrevista a José Antonio Nieto

José Antonio Nieto junto con Fernando Herrero, crítico y prologuista del libro. Fotografías de Sergio Alonso

Que hay que educar en la alta cultura, es una máxima que José Antonio Nieto lleva practicando 25 años. Los mismos que la Asociación Musical Salzburgo lleva operando en Valladolid, ofreciendo conciertos y otras actividades relacionadas con la música clásica.

Con motivo del cuarto de siglo que su Asociación lleva en funcionamiento, José Antonio Nieto ha publicado un libro sobre sus trabajos: 1987-2012, Valladolid entre dos siglos

¿Cómo se educa la alta cultura?

Haciéndoles ver y escuchas desde niños, yo admiro a los ciudadanos austriacos o suizos que van a espectáculos y conciertos desde que son muy pequeños. Desde hace unos años, en Ámsterdam, vi a un niño de ocho años en un museo, sacando notas para él sólo. Yendo a museos, a teatros, a óperas, así se educa.

¿El problema de la alta cultura es, entonces, español?

No, tiene que ver con que la calidad  castellana nada tiene que ver con la italiana o la anglosajona. No digo que sea peor, éstas también tienen defectos. En el Festival Salzburgo hay abonos para jóvenes que se llenan. Hay quien dice que la persona más joven que va al festival tiene ochenta años, pero no es verdad, los jóvenes asisten a matinés y óperas.

¿Y por qué parece tan inaccesible la alta cultura ahora mismo?

No lo sé, posiblemente porque no estemos acostumbrados a verlo y escucharlo, sencillamente. En un concierto sabe uno como ha de estar si ha ido a muchos conciertos, si la primera vez que va tiene cincuenta años, pues no sabe cómo ha de estar. Está relacionado con la educación, como he dicho antes.

¿Cómo define usted la Asociación Cultural Salzburgo?

Una asociación privada que tiene como finalidad traer a grandes figuras de la música. También hemos hecho conferencias y proyecciones, pero todo relacionado con la música. Surgió como una necesidad, pero posiblemente ahora no diría que no, porque posiblemente se reduzca la iniciativa pública, por eso tiene que ser la privada. Yo estuve el otro día en el concierto de la London Philharmonic Orchestra y estuvimos solo un sesenta por ciento,  y eso es muy difícil de mantener. Los jóvenes, además, brillaron por su ausencia.

Entonces ¿la reducción no será negativa?

No hay ningún problema en reducir, siempre y cuando sea una redacción inteligente.  Lo importante es que no haya una inflación de oferta, que haya menos pero con mayor asistencia.  Que se mantengan menos cosas, pero mejores.

Quizás un problema sea la poca difusión de este tipo de actos, ¿no?

No, no, hay carteles y aparecen en los periódicos. Los jóvenes pueden ir a ver a grandes orquestas al Miguel Delibes por un euro, pero no lo saben y tampoco lo leen, porque no les interesa. Volvemos al tema de la educación.

¿Es más fácil educar con un autor u otro, al menos en un principio?

Evidentemente no puede comenzar por Stravinski. Puede poner Tchaikovsky, por ejemplo. O Verdi y Beethoven, que son muy vistosos.  Mozart es muy sencillo de escuchar, pero muy complicado al otro lado del espejo, y para conocer a Mozart hay que pasar a ese otro lado del espejo. La gente piensa que Mozart es fácil de entender, pero no es espectacular. En una partitura manuscrita de Mozart no hay tachaduras.

En la película de Amadeus se muestra…

Olvídate de la película Amadeus. En ella Mozart no sale muy bien parado, se centra más en la figura de Salieri. A Mozart lo muestra como un ser infantil, aunque también lo era. En cualquier caso, esa película debería haberse llamado Salieri.

José Antonio Nieto, durante la presentación.

Retomando el tema de la juventud, ¿Qué piensa sobre las orquestas jóvenes de Valladolid?

La Orquesta Joven de Castilla y León está ahí porque tiene que existir, pero corre peligro de desaparecer. La de la Universidad me parece muy buena, porque tiene un buen director, y cuando hay un buen director, la orquesta funciona. El problema es que es una orquesta joven, y como tal tiene que amoldar ensayos y conciertos a las circunstancias de los jóvenes. En esta ciudad hay muchos coros y muchas orquestas, no hay unanimidad.

La Orquesta Sinfónica de Castilla y León, por otro lado, va a cambiar de director, ¿ a quién pondría usted?

El próximo director…yo apostaría porque siguiese el que está ahora, Lionel Bringuier.

Lionel Bringuier ha estado añadiendo vanguardia, ¿qué les parece?

En una programación como la de la Orquesta, es necesario que haya vanguardia. La vanguardia es la música de hoy. Bernstein, en compositor de West Side Story hizo música contemporánea, pero tuvo mala suerte de morir joven.

Eso es todo, muchas gracias.

A vosotros.

Dafne Calvo

Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.

Blog - Más publicaciones