Las nueces, el aceite de canola (también llamado aceite de colza ) y las semillas de linaza ( es la misma planta que el lino que se utiliza para elaborar tejidos y sus semillas se usan en alimentación para obtener harina y aceite ) son la principal fuente de ácido linolénico. No obstante hoy podemos encontrar en el mercado alimentos enriquecidos o fortificados con ácidos grasos Omega 3. La dieta mediterránea baja en grasas saturadas y en alimentos de origen animal y rica en frutas, semillas, granos, verduras, frutos secos y aceite de oliva (fuente de grasas saludables monoinsaturadas) es la mejor dieta a seguir.
Los ácidos grasos Omega 3 no deben faltar en nuestra dieta ya que, como hemos apuntado antes, la única forma de suministrarlos es a través de los alimentos. En concreto, tienen un papel importante en el correcto funcionamiento del sistema nervioso central, reducen los niveles de triglicéridos en la sangre, minimizan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, son antioxidantes y mejoran los síntomas de la depresión. Para prevenir las enfermedades cardiovasculares se recomienda el consumo de tres a cuatro raciones de pescado a la semana - 300-500 mg/ día - incrementándose esta cantidad si hay alguna dolencia cardíaca a 1000 mg/día de Omega 3.
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