MI VIDA Y MI HISTORIA
A raiz de ver esta película, pensé, habran restaurantes clandestinos en Barcelona ?, busco por internet, y todos los enlaces que hay, sale "ERROR";
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Uno del periódico lo ha editado y ni idea tiene, pero él ha rellenado su página...Este comercio esconde una trastienda particular que, como bien dice el nombre del local (don’t tell: no cuentes) no debe ser contada. Se trata de la tapadera de un restaurante oculto tras una puerta blanca que sólo se abre con un código proporcionado al comensal poco antes de la cena.
http://www.javierdelasmuelas.com/cas/dry/s-home/home
PIZZERÍA SALTIMBOCCA (Loreto, 22).
El restaurante italiano en el que Jordi Vilà (chef de Alkimia) hace sus pinitos en la cocina transalpina, dispone del secreto Dopo, que se encuentra atravesando un pasadizo del restaurante y cuya entrada esta reservada a aquellos afortunados que obtengan el móvil de su director, Guillem Vicente.. No tiene ventanas a la calle y su puerta es anónima.
Más info en: http://www.saltim-bocca.com/Este tampoco funciona...!!!
CHI-TON SOUVENIRS (Provença, 300 Barcelona).Una tienda de souvenirs repleta de muñecas flamencas que oculta un show cooking de cocinas abiertas para que los clientes observen lo que se cuece y participen en su elaboración. Tras decir la contraseña, los clientes pasan a un ascensor que no baja ni sube, sólo abre otras puertas que les conduce a un bar lounge escasamente iluminado, con mesas y sillones bajos, de tapizado capitoné. El barman ofrece un cóctel con frutas naturales, para hacer tiempo mientras llegan nuevos invitados. Al reunirse un grupo suficiente, se regresa al ascensor y se desciende. En el subterráneo está el restaurante. No hay cartas; solo tres menús degustación, en función del presupuesto y el buen estómago.
Más Info en:http://www.urbansecrets.net/Este tampoco funciona...!!!
Los hermanos Torres, chefs del restaurante Dos cielos del Hotel Me de Barcelona, han rehabilitado la casa familiar que perteneció a su abuela Catalina para organizar cenas para “elegidos”. El nombre, Espacio Ilusión, se lo pusieron como homenaje a su familia.
Los hermanos cocinan para sus invitados sus mejores platos, y los maridan con vinos extraordinarios, en palabras de Sergio Torres: “Tiramos la casa por la ventana, no falta de nada”. Los privilegiados que asisten a estas cenas, se encuentran con una espléndida cocina vista y una mesa para doce personas como máximo. Al final de la cena, los chefs comparten sobremesa hasta la madrugada con los comensales.
Se trata de un club privado en el que sólo pueden entrar socios, un espacio privado donde se puede ir a tomar un cóctel, a comer o a cenar, mientras se escucha jazz en directo. El local, de aire parisino, recupera el estilo art-déco. Entre paredes doradas, cortinajes y sofás granates, rojos y violetas, se degusta una cocina“a medio camino entre Catalunya y Francia. Solo 50 personas pueden disfrutar simultáneamente de este club con tintes cabareteros. Entre ellos, a menudo, se repiten las mismas caras. Y es que solo hay una vía para acceder al Mutis: haber sido invitado personalmente por algún otro cliente habitual. El acceso también está supeditado a la previa reserva y al cumplimiento de un decálogo, cuyo primer mandamiento es la total discreción. Es un búnker.