Once días misteriosos sin Agatha

Por Detectivesdelahistoria

No todos saben, que uno de los nombres de la literatura policíaca más importante de la historia, Agatha Christie, se llamaba realmente Agatha Mary Clarissa Miller.

Pero mis líneas hoy no van dirigidas a sus admirables obras, ni a sus famosos personajes, como el gran detective Hércules Poirot o la menos famosa Ariadne Oliver, a la que tanto cariño la tenia su autora. Hoy quiero profundizar en algo que Agatha Christie amaba: el misterio, y más concretamente sobre los once días que rodearon de misterio la vida de la gran escritora.

Pese a que su séptimo libro acababa de ser editado, en diciembre de 1926 Agatha Christie no pasaba por su mejor momento personal. Su madre, a la que estaba muy unida, había fallecido hacía pocos meses y su matrimonio con Archibald Christie, con el que llevaba casada doce largos años, se iba a pique, ya que él mantenía una relación extramatrimonial con Nancy Neele.

La noche del 3 de diciembre de 1926, el coche de Agatha Christie fue hallado en mitad de la carretera, haciendo que saltaran las alarmas sobre su posible desaparición. Inmediatamente se puso en marcha una investigación policial, llegándose a realizar incluso, escuchas telefónicas a Archibald Christie. Fueron días de mucha especulación por parte de la prensa inglesa. Los rumores corrían como la pólvora y había teorías para todos los gustos. Desde que había sido secuestrada, hasta que se había fugado abandonando a su marido e, incluso, que se había suicidado a consecuencia de su depresión. También se rumoreaba que era una simple estrategia de publicidad para sus obras.

La realidad fue otra muy distinta. Fue encontrada en un centro de spa, por un huésped que la reconoció. Once largos días de hipótesis y teorías, y resulta que Agatha Christie estaba desde el primer momento relajándose en soledad. Durante esos días, se alojó con un nombre diferente. Agatha Christie alegó que tenía amnesia y no sabía por qué estaba allí.

Muchos no se creyeron su historia. Pero, ¿qué la llevó a querer desaparecer durante once largos días? ¿fue realmente una estrategia de marketing? ¿odiaba tanto su matrimonio y a la amante, que tuvo que evadirse y tener unos días para recapacitar sobre su vida?.

La teoría más aceptada fue que la escritora sufrió un ataque de amnesia provocado por el dolor que le había causado la muerte de su madre y el sufrimiento con Archibald Christie. Sin embargo, con posterioridad a su encuentro, ella nunca quiso volver a hablar sobre la causa de su desaparición, por lo que esta historia seguirá teniendo, hoy y siempre, el ingrediente que más anhelaba esta gran escritora:

El misterio.