CONTRAPORTADA:Once vidas tiene como protagonista a al DJ radiofónico Xavier Ireland, quien por las noches regala sabias palabras a londinenses insomnes y que por el día es un ser solitario cuyo único amigo es el locutor que le acompaña en su programa, bien intencionado pero sin sentido del humor y tartamudo.Un día, un acto inconsecuente de Xavier desencadenará una serie de acontecimientos que transformarán la vida de once personas que nada tienen que ver con él. Y hasta es posible que en el camino, Xavier acabe encontrando lo que no sabía que andaba buscando…
Comenta “The Times” en la contraportada de este libro que es una novela divertida y a la vez un trabajo de observación de todo aquello que nos rodea. Yo sinceramente no diría que es una historia divertida, por mucho que esté escrita por un conocido cómico londinense, aunque sí estoy de acuerdo con la segunda parte de esa sentencia. No buscaba yo una novela para reírme, sino algo distinto y fresco tras otro tipo de lecturas más “densas”, por decirlo de algún modo y desde luego conmigo cumplió su objetivo.
Me ha gustado mucho este libro en apariencia sencillo, pero que desde luego hace pensar al lector sobre las consecuencias que tienen nuestros actos, los que cometemos y los que no, y eso es lo que ocurre cuando nuestro protagonista, Xavier Ireland, al pasar frente a un grupo de chavales que están agrediendo a otro. Intenta tomar parte y evitarlo sin demasiada decisión, lo que, sin él saberlo, desencadenará una serie de consecuencias (más bien desgraciadas) en una cadena de personas que por supuesto no conoce ni conocerá personalmente.
Portada original
Xavier es un locutor radiofónico, con un programa nocturno de bastante éxito, donde los oyentes más solitarios llaman para poder contar sus problemas de cualquier índole a alguien y donde reciben sus consejos, normalmente muy acertados. Sin embargo durante el día la vida de Xavier está vacía. Lleva una vida de lo más anodida y parece que el único evento destacable son los campeonatos de Scrabble de los que es un asiduo participante. Es como si sólo fuera capaz de aconsejar a los desconocidos y no aplicarse el cuento a sí mismo. Xavier, cuyo verdadero nombre es Chris Cotswold, llegó desde Australia con una trágica historia detrás de la que nunca habla, que le obsesiona sin parar y que poco a poco iremos descubriendo a través de las páginas del libro, a la vez que vemos como aquella decisión tomada por Xavier (al pasar junto a aquellos chavales) va causando un efecto dominó en un grupo de personas hasta completar once vidas. Hubiera pensado que Xavier era la pieza número uno en este grupo de personas, pero me he dado cuenta mientras tomaba notas sobre el libro que las iniciales del protagonista, Xavier Ireland (XI) forman precisamente el número once, lo cual imagino, estará hecho a propósito.Pero no sólo iremos viendo cómo ha ido afectando a la vida de diez personas, una decisión probablemente equivocada. También hay otros personajes que rodean la vida de Xavier que son muy interesantes y que son los que él conoce personalmente.
Para empezar trabaja en la radio con Murray, un locutor tartamudo que busca su oportunidad y que sinceramente me ha parecido un lastre para el protagonista. No me ha caído bien en ningún momento. Luego está Pippa, una chica a la que conoce en un encuentro de micro-citas de tres minutos y a la que contrata para limpiar su piso una vez por semana. Ella es la que aporta un toque simpático a la historia. Tiene una personalidad arrolladora, es una mujer enérgica y de carácter (una ex atleta), siempre en movimiento y es como si su presencia inyectara vida a Xavier. Por otro lado tenemos a los vecinos del edificio donde vive Xavier, Mel y su hijo Jamie, un trasto de mucho cuidado que consume todas las energías de su madre y que viven en el piso de abajo y Tamara, que vive en el piso de arriba y que día sí y día también tiene largas y ruidosas peleas con su novio.
Aunque Xavier es consciente de los “problemas” que puede haber en las casas de sus vecinas, intenta no inmiscuirse en ellas y las frases que cruzan, son las que normalmente denominamos “conversaciones de besugo”.
Por último unos personajes muy importantes en esta historia son los íntimos amigos que Xavier (o mejor dicho Chris) tenía en Australia, Matilda, la que fuera su novia y sus íntimos amigos Bec y Russell. ¿Qué pudo ocurrir para que decidiera abandonar su país y poner tanta distancia de por medio? Realmente era algo que me intrigaba y que os aseguro que me dejó blanca. No os diré qué ocurrió, evidentemente, pero sí que es algo a lo que yo siempre he tenido un miedo espantoso y realmente es complicado ponerse en el lugar de Chris y ya no digamos del resto de los afectados.
Mark Watson
La verdad es que ha sido una historia muy entretenida, muy bien escrita, de forma sencilla y amena, narrada en tercera persona y que nos habla, no sólo de las consecuencias que tienen nuestros actos en los demás, sino del sentimiento de culpa, de las segundas oportunidades, de enfrentarse a lo que nos asfixia, de la confianza en los demás, del rechazo que sufren algunas personas, de la soledad, del hastío que llega a suponer hacer algo que no deseas hacer…Se podría decir que hay como dos partes en el libro aunque se entremezclan continuamente:
- La que corresponde a la vida e historia de Xavier-Chris y su relación con dos grupos de personas: las que conoce en Londres y, a través de sus recuerdos, las que dejó atrás en Australia y que quizás sea la parte más “parada”, y
- La que compone la conexión de las otras diez vidas que es mucho más ágil al ser todos los protagonistas personajes tan distintos y con vidas tan diferentes. Tampoco es que se profundice excesivamente en ellos, pero la información que el autor nos ofrece es suficiente para mostrarnos la historia que quiere contar.
He encontrado momentos conmovedores en algunas de estas historias, con unos personajes por supuesto empatizas más que con otros y puedes llegar a entender algunas de sus reacciones y decisiones. Para otros no encuentras justificación, pero en general me ha parecido una historia muy humana y actual, ideal para una tarde de estas invernales que estarán al caer y que sin duda te hará reflexionar en algún momento durante su lectura. Es la historia de unos personajes no especialmente felices a los que les cuesta encontrar su lugar en la vida, pero que no dejan de intentarlo.
Si le pongo un pero es su final. La historia termina de un modo, que creo es un poco precipitado y que no queda claro del todo, aunque me da la impresión de que el autor deja en la imaginación del lector el cómo quiere que siga esta historia. Yo tengo claro cómo deseo que continúe, pero me hubiera gustado que cerrara la novela de otro modo.
Julius Brown ha perdido su empleo a tiempo parcial porque Andrew Ryan se ha emborrachado y ha perdido los estribos, porque Jacqueline Carstairs escribió un artículo despiadado sobre su restaurante, porque a su hijo le dieron una paliza hace unas semanas un día que nevaba, porque Xavier no supo intervenir y ayudar. Pero, por lo que a él o cualquier otro concierne, simplemente le han echado por caérsele un palto al suelo.
Imágenes utilizadas:- del libro: http://rocaeditorial.com/cont/catalogo/imagePot2/Once_vidas_Mark_Warson-ROCA-102011.jpg- de la portada original: http://www.list.co.uk/article/28879-mark-watson-eleven/- del autor: http://rocaeditorial.com/autores/Watson-Mark-431.htm- del tríptico: http://placerlectura.webcindario.com//triptico%20para%20catalogo%20v2.jpg