Hola, hola, mis queridos seres míticos. Yo de nuevo por acá luego de un tiempo sin pasarme a escribir. Claro que, como el año nuevo empieza, ya vamos bien con una reseña al mes. Es mucho decir en comparación del año pasado. De cualquier manera, el día de hoy vengo a ustedes con una reseña que me emociona mucho y que, aclaro, tiene SPOILERS. Así que, si no has visto la película, la serie o leído el libro, lo mejor es dejar la reseña hasta aquí. Si te intriga el libro, te dejo por acá mi RESEÑA del libro para que te dé algo de intriga y quieras adquirirlo. Pues bien, comencemos.
La historia no es nada que no se conozca ya. Em y Dex se conocen en su fiesta de graduación y se puede decir que no es un flachazo al momento. Pretenden pasar una noche de loca pasión desenfrenada que termina en una larga noche de plática y conocimiento del otro. Al día siguiente, incluso, salen juntos y, gracias a los padres de Dexter, se echa a perder su segundo intento por tener sexo. Luego de esto nos topamos a los ahora mejores amigos en su crecimiento tanto personal como entre ambos a lo largo de los siguientes 20 años. Y es aquí donde comienzan los aspectos interesantes en el libro -que lo supieron llevar muy bien a la película-: sólo nos relata lo que ocurre cada año el 15 de julio, día en que se conocieron. Así pues, sólo vemos la evolución de sus vidas en ese día cada año. Aquí hay que admitir que el autor supo hacer el trabajo, de manera sencilla los mismos personajes nos cuentan los cambios. Si Dex tiene hijos, si Em escribió un libro, si tienen una nueva relación, etcétera. Si bien suena sencillo, la realidad es que en la práctica se ve tan sutil, que el lector apenas y es consciente de ese detalle. Lo mismo ocurre con las transiciones que se dieron tanto en la película como en la serie. Sobre esto no hay mucho qué comentar debido a que se trata de la misma historia en los tres formatos.
Ahora, claro, es necesario comparar los actores. Con esto no quiero decir que unos sean buenos y otros malos, simplemente que es necesario debido a que interpretan el mismo rol. Aquí, debo destacar también, que en la serie es obvio que se tuvo más tiempo para desarrollarlos, para darles trasfondo y hacerlos entrañables. En la película, con Annie Hathaway ya se tuvo cierta familiaridad con los personajes, así que en la serie contamos con más tiempo para poder conocerlos y, por ende, sentirlos como alguien real y parte de un todo existente. Además, hay ciertas escenas que me parecieron mucho más agradables y mejor desarrolladas en ciertas partes. Por ejemplo, la escena de la crisis emocional de Dex en la parada del tren fue mucho mejor en la serie. El actor hizo un gran trabajo. Sin embargo, creo que Annie tuvo mucho más carisma que la chica de la serie. Creo que Hathaway tiene un sarcasmo mucho más atractivo, quizá incluso más incisivo a la hora de decirlo. Eso sí, la Emma de la serie es mucho más humana debido a su moralidad dudosa -véase episodio donde es maestra- y a la ruptura que tiene de sí misma, de lo que cree que es correcto y lo que no. Por otro lado, hay una cosa que no me gustó de lo entregado por Netflix: la falta de evolución física de los personajes. ¡Que pasaron 20 años! Creo que sólo les cambian el corte de cabello -a Em- a lo largo de 14 episodios. No se nota una madurez, por lo menos en el vestuario como lo hicieron en la película. No se ve tanto una Emma empoderada e independiente como escritora en París, cosa que Hathaway sí logró.
Creo que no tengo mucho más para decir, sólo que ambos formatos me encantaron. Lo voy a reconocer, lloré con la serie en algunas partes -todas donde Dex está triste- y amé con locura muchas escenas bien cuidadas y trabajadas de la serie. Ambas aportan mucho al escrito y, de manera personal, el día de hoy lo considero un EMPATE. Y como soy muy buena persona, les dejo por acá el trailer de la serie a las personas que leyeron la reseña bajo advertencia y que les pica la curiosidad por conocer más de la historia de Emma y Dexter.
Saluos enormes,