Ontología del lenguaje cibernético

Publicado el 18 mayo 2019 por Carlosgu82
  1. ¿Por qué hablar de una Ontología del Lenguaje Cibernético?

El pensamiento filosófico del presente siglo XXI manifiesta un cambio de rumbo acerca de la manera de entender la realidad humana. En la actualidad se puede notar que cualquier manifestación de la vida social e individual de los hombres y de las mujeres se convierte en una comprensión lingüística más que racional. La construcción de la identidad humana ahora depende directamente de la comunicación en lugar de la racionalización; el ser humano deja de ser un objeto de estudio únicamente científico para expresarse por sí mismo a través de su actividad cerebral conectada al origen de su propio lenguaje. Se trata de un Ser, no de un fenómeno.

  1. ¿En qué consiste la comunicación humana?

   Las nuevas tecnologías de la comunicación nos están invitando a replantear la manera en que trabaja el lenguaje humano. Hablar no necesariamente significa comunicar. Esto lo están comprendiendo muchas personas al utilizar nuevos códigos del lenguaje donde las palabras o la articulación de sonidos ya no están tan directamente relacionados con el uso de un diccionario o de algún glosario sino que los datos provenientes de una computadora o de cualquier dispositivo móbil conectados con la señal de un satélite, determinan los contenidos que operan diario en el cerebro de la humanidad. Se trata de una comunicación mediática. He aquí la nueva Ontología del Lenguaje, es decir, de una forma lingüística complementaria entre lo natural de la actividad cerebral humana y la comunicación en conexión con los sistemas binarios de la electrónica. Electrones, cables y pantallas trabajando junto a neuronas y dendritas parecidos a ellos.

  1. ¿Cómo comprender esta Ontología?

   Ya sabemos muchos que el cerebro no es lo mismo que la mente. Hablar de la mente significa referirse a la energía proveniente desde fuera del cerebro, el cual es uno de los órganos fundamentales del Ser humano. Mientras que la mente es inmaterial, el cerebro es material. Como la Ontología es la rama de la Filosofía que estudia e investiga al Ser en general, se interesa en esforzarse por manifestar lo más esencial de él cualesquiera que sea su forma de existir. Respecto a los seres humanos, existimos insertos en la convivencia consigo mismos o con otros. En esta convivencia de la vida surge la utilidad de la diversas formas de comunicación. Esto significa que además de otras notas esenciales de nuestro ser, somos seres que compartimos con los demás un sin número de significados, símbolos, sonidos, gestos y movimientos que convetimos en comunes para todos. Esta actividad es realizable gracias a que estamos dotados de una actividad cerebral y energética, es decir, mental.

  1. ¿Cuándo comienza el lenguaje ontológico?

   A la edad de los seis años cualquier persona normal comienza a desarrollar su conciencia y su capacidad del habla para convertirla en una habilidad mecánica. A medida que los sonidos de las palabras que escucha y lee desde el exterior, se van articulando en el cerebro, el uso del alfabeto, es decir, la identificación simbólica del código lingüístico propio de su lengua, dialecto o idioma, le permite no sólo darse cuenta que vive sino también comprender e interpretar lo que vive. Así comienza su lenguaje interno y su comunicación hacia el exterior. Hablar significa entenderse para compartirse. Un lenguaje que no es compartido, muere. En el caso del lenguaje ontológico, el poder del pensamiento humano sigue deveniendo, es decir, se sigue transformando continuamente hasta este siglo de las telecomunicaciones y de la cibernética y la mecatrónica.

  1. ¿Qué hacen las nuevas tecnología en el ser humano?

   Sin duda, ya nos damos cuenta que la razón sí tiene límites, en tanto que la invención no los tiene. Inventar es más que sólo razonar y toda invención requiere de un nuevo lenguaje alejado de las construcciones teóricas. Todos los inventores de este mundo parten de sus propias ideas originadas por una visión distinta a la de un científico. Mientras que los hombres y las mujeres de cualquier modo de construcción científica centran su atención en la observación y la experimentación, el inventor dialoga consigo mismo al contemplar algo que le deja perplejo o le impele a diseñar y fabricar un artefacto que supere las limitaciones humanas. Resulta sorprendente reconocer que el ingenio humano es superior a la racionalización del mundo y de los medios para comunicarnos y sobrevivir en él. Las nuevas tecnologías en razón de esto transforman nuestras vidas.

  1. ¿En qué nos beneficia una Ontología del Lenguaje Cibernético?

   Un discurso donde la esencia humana se siga comprendiendo con parámetros religiosos, culturales o científicos, parece ser que va quedando absoleto. Por mucho tiempo nos comprendimos como una alma inmortal ligada a una divinidad, un ente de sociedad o un cencepto elaborado y corregido de la Biología y ya nos damos cuenta que esa comprensión refiere sólo una elaboración vacía de conceptos. Las nuevas generaciones usando la tecnología se descubren como alguien distinto a una cocepción teológica, sociológica o científica, las cuales ahora ya no aportan algo nuevo a las nuevas formas de comunicación verbal, no verbal, simbólica, kinestésica y cibernética en las que el lenguaje no sólo es un vehículo propio del ser humano sino también configura otras formas de manifestación humana como el caso de los robots y de la conocidad inteligencia artificial. Por tanto, los beneficios propios de la Ontología del Lenguaje ahora se adquieren manipulando teclados, pantallas y componentes mientras que el cerebro humano se acopla a la actividad teleinformática. Quien no lo hace hoy, equivale a vivir sordo mudo