El texto indica que la anunciada cita se regirá por un reglamento adoptado en julio pasado durante la más reciente fase de discusiones que no consiguió acuerdos concretos sobre el tratado luego de cuatro semanas de debates.
También establece que el borrador para la negociación será uno presentado en aquella ocasión, "sin perjuicio del derecho de las delegaciones a presentar propuestas adicionales".
Esa redacción trata sobre la prevención, combate y eliminación del tráfico ilícito de armas convencionales y el desvío de esos artefactos hacia el mercado ilegal usos finales no autorizados.
En la lista de armamentos incluidos en el texto están los vehículos, aeronaves y blindados de combate, sistemas de artillería de gran calibre, helicópteros de ataque, buques de guerra, misiles y lanzacohetes y armas pequeñas y armas ligeras.
Con vista al eventual tratado, muchos de los países insistieron durante las negociaciones en la necesidad de un proceso inclusivo y transparente que tome en cuenta las posiciones y preocupaciones de todos los Estados.
Al respecto, se pronunciaron por un tratado sólido, universal y efectivo, con normas generales para que todos los países puedan realizar de manera ordenada las operaciones de importación, exportación y transferencias de armas convencionales.
Y todo eso, sin afectar sus intereses de seguridad nacional, ni el derecho legítimo de los Estados a fabricar, importar y conservar armas pequeñas y ligeras para atender a sus necesidades de seguridad y legítima defensa.
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