El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes un aumento de casi 3.700 militares y policías a la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU en República Centroafricana para ayudar a revertir el deterioro de la situación de seguridad en la nación devastada por el conflicto donde la violencia ha aumentado desde las elecciones presidenciales del pasado diciembre.
Una resolución del Consejo, adoptada por una votación de 14-0 con la abstención de Rusia, elevará el límite para el personal militar a 14.400 y para la policía a 3.020.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, recomendó el aumento el mes pasado diciendo que la República Centroafricana, conocida como CAR, se encuentra en “una coyuntura crítica”.
La República Centroafricana, rica en minerales, se ha enfrentado a mortíferos combates interreligiosos e intercomunitarios desde 2013, cuando los rebeldes Seleka, predominantemente musulmanes, tomaron el poder en la capital, Bangui. La mayoría de las milicias cristianas anti-Balaka contraatacaron, lo que provocó la muerte de miles y el desplazamiento de otros miles más. El país vivió un período de relativa paz a finales de 2015 y 2016, pero la violencia se intensificó y se extendió posteriormente.
La paz pende de un hilo
En febrero de 2019 se firmó un acuerdo de paz entre el gobierno y 14 grupos rebeldes destinado a poner fin a años de enfrentamientos. Pero la violencia atribuida al expresidente de la República Centroafricana, Francois Bozize, y sus aliados amenaza con anular el acuerdo. Estalló después de que el tribunal constitucional rechazara la candidatura de Bozize a la presidencia en diciembre.
El presidente Faustin Archange Touadera ganó la reelección a fines de diciembre para un segundo mandato con el 53% de los votos, pero continúa enfrentándose a la oposición de fuerzas vinculadas a Bozize que sostienen que no cumplió con el requisito de “buena moralidad” para los candidatos.
La resolución adoptada por el consejo expresa “grave preocupación por el deterioro de la situación en la República Centroafricana debido a los ataques de grupos armados antes y después de las elecciones”.
Condena las violaciones del acuerdo de paz “en los términos más enérgicos” y la “violencia perpetrada por grupos armados y otras milicias, incluida la violencia destinada a obstruir el proceso electoral, la incitación al odio y la violencia étnica y religiosa, … sexual y de género la violencia en los conflictos, así como la violencia dirigida a civiles de comunidades específicas, lo que resulta en muertes, lesiones y desplazamientos”.
La resolución enfatiza que los refuerzos para la misión de mantenimiento de la paz de la ONU, conocida como MINUSCA, están dirigidos a mejorar su capacidad para cumplir con su mandato, especialmente a proteger a los civiles y facilitar el acceso para la entrega de ayuda humanitaria, “y permitir que la misión mejore su capacidad prevenir y revertir un mayor deterioro de la situación de seguridad al tiempo que se crea un espacio para que avance el proceso político ”.
El Consejo acogió con agrado la hoja de ruta para el diálogo propuesta por el presidente Touadera y pidió “pasos concretos” del gobierno y todos los actores políticos para entablar conversaciones, resolver los problemas pendientes “y concluir el proceso electoral mediante la organización de elecciones legislativas y locales”.
La campaña para la segunda ronda de elecciones legislativas de este fin de semana está programada para finalizar el viernes, dijo el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric.
La MINUSCA hace un llamado a todos los involucrados a asegurar que la votación sea pacífica, “abstenerse de la violencia y resolver cualquier disputa por medios pacíficos”, comentó Dujarric.