La invasión alienígena iniciada por Jennifer L. Armentrout en OBSIDIAN ha alcanzado su punto álgido en el tercer volumen, OPAL.¿Sabéis esa sensación de estómago encogido y sangre alborotada cuando termináis un libro que os deja al borde de algo espectacular? Así acabé Onyx, con una escena que me hizo brincar de pura excitación por lo que me imaginaba que iba a venir. Confieso que "esas ideas locas y gamberras" no han llegado a fructificar, aunque ha sido para bien porque habría sido liar demasiado la madeja romántica. ¡Oh, el romance, el beso... pero no nos precipitemos!
Si eres de esas personas que disfruta leyendo historias explosivas de amor, tensión y toque extraterrestre a lo Expediente X, POR FAVOR, no renuncies a esta saga. Mímate con ella, acuéstate en un lecho formado por estos libros. Será un baño para tus sentidos mientras haces terapia de humor y romance a salvo de un mundo tan peligroso como una supernova.Emociones descarnadas, situaciones al borde de la muerte, acción que dispara la adrenalina y experiencias escabrosas: todo eso aparecerá bien apretadito en Opal y arropado por una relación romántica que hace suspirar, sudar y reír.No me lancé a bocajarro a leer Opal. Quería restablecer la conexión con el final de Onyx. Tenía claro justo qué pasó, pero prefería refrescar las dramáticas sensaciones de los últimos capítulos para que la transición con Opal no me restara ninguna emoción. ¡Cuánto me alegro de haberlo hecho! Había detalles de los sucesos y ciertos nombres que, por supuesto, encajaron mejor al rememorarlos. Además, ¿quién se resiste a releer estas novelas?Y entonces llegó el turno de Opal.Oh, el beso... ¡que no! Todavía no es hora de hablar de eso.Opal comienza con las apuestas muy altas. Nuestra querida Jennifer se columpia entre dos opuestos con un estilo narrativo auténtico y deliciosamente adictivo. Desde la naturalidad de las salidas al cine y los días de clase a la brutalidad de las conspiraciones gubernamentales, los experimentos genéticos, la agonía física y los sacrificios sin fin. Pone a sus personajes al límite. Por no decir al corazón del lector que sufre altibajos dignos de una montaña rusa. Y esa forma tan bonita que tiene de conectar a Katy y Daemon. Por muchas peleas chispeantes que monten, los reencuentros íntimos son tan emotivos que te hacen olvidar el peligro. Sólo puedes sentir. Sentir a través de la piel y de los sentimientos.La relación entre ellos está cada vez más candente. Katie tiene que afrontar lo mucho que le han cambiado los acontecimientos pasados. Físicamente ya no está tan desamparada. Mentalmente, ha madurado y su brújula moral está sufriendo bandazos impredecibles. Me ha parecido un punto importante en este personaje y en las consecuencias que deben afrontar las personas que se ven afectadas por los alienígenas. Esto le enfrentará a Daemon en más de una ocasión.El Departamento de Defensa, organizaciones secretas y una persona que les traicionó les acechan a cada paso, estrechando un cerco peligroso que parece invencible. Muchas dudas bombardean a Katy, desolada por la irreparable brecha entre ella y su mejor amiga, Dee. La relación entre ellas sufre una catarsis, lo que es otro elemento que me ha gustado mucho que la autora explorara.
Eso sí, me pregunto cómo Katy tiene tiempo para leer y seguir con su blog O_O (Cosa que me encanta, para qué engañarnos...)
-¿Recompensarme? -solté una carcajada-. Por Dios, sólo a ti se te ocurriría pensar que besar a alguien es una recompensa.-Sabes que lo es. Mis labios cambian vidas, nena.Aparte de lo trepidante que se vuelve la trama: la investigación, los poderes, el peligro, las trampas... también es cierto que se expande para centrarse más en otro de los pilares de esta saga. Me vuelve loca la relación entre Katy y Daemon. La autora tiene un talento especial para los diálogos, de esos tan fluidos y naturales que te producen cosquillas y te imaginas diciendo esas mismas cosas con alguien de verdad. Los sentimientos entre los dos protagonistas se consolidan, lo cual no significa que no tengan peleas monumentales, pero la forma en que reconcilian sus diferencias demuestra que su amor ha echado raíces profundas e inamovibles. ¡Y ha sido magnífico! ¡Qué bonito ha sido todo! Romance al rojo vivo, sí, pero bellísimo.El beso de la portada.Nooooooooooo.¿Todavía no? ¡¡¿Pero cuándo hablamos de ese beso?!!Grrrrrrrrrrrrr.Y mientras leía, y leía, y leía, empezaba a tener ese presentimiento ominoso de que algo malo estaba a la vuelta de la hoja. Sabía que esto iba a acabar mal. Había demasiados peligros, demasiados interrogantes, demasiadas apuestas a vida o muerte. Aunque... sabéis lo que eso significa, ¿verdad? ¡Que el próximo libro va a ser impresionante! :o)
Bueno, quizás estoy obsesionada con esta saga. ¿Qué opináis?Babel en busca de su alienígena de ojos relucientes.