Opciones para estudiar Titán desde el aire y 2

Por Marathon
Otra opción sería permanecer a baja altura. Un globo podría mantenerse cerca de la superficie a unos pocos cientos de metros, y dejar caer una cuerda con instrumentos hacia la superficie. Además, la sonda podría detenerse anclándose temporalmente mediante arpones.
Sin embargo, una sonda de baja altitud tendría sus inconvenientes, principalmente la falta de movilidad.
Dorrington declaró lo siguiente: "la velocidad del viento en la superficie es baja. Funcionaría bien a buena altura sobre lagos y regiones costeras de entre unas decenas a centenas de kilómetros. Sin embargo, para conseguir dar una vuelta completa alrededor de Titán en varios meses sería necesario un globo que vuele a gran altitud."
"El tiempo de Titán plantea también otro problema. Las lluvias de metano en la luna podría causar que los globos de baja altura descendiesen, tal vez arrastrándolos a la superficie. Podrían producirse desgarros en caso de choque si la cubierta del globo se vuelve frágil por las gélidas temperaturas (-179º C)", añade Dorrington.
En la imagen un prototipo de dirigible autónomo realiza un vuelo de pruebas en el desierto de Mojave. La imagen superior muestra el despegue de la nave, y la inferior el dirigible en modo de vuelo autónomo. Crédito: JPL
Sin embargo , continúa Dorringron, un diseño similar (el globo de vigilancia climática de baja altura Aeroclipper) demostró su robustez en los ensayos de campo realizados en la Tierra. El Aeroclipper sobrevivió ciclones mientras arrastraba su cuerda por el Océano Índico, por lo que el concepto podría funcionar en Titán.
Vuelo propulsado
No todas las sondas en Titán deberían moverse pasivamente a merced de sus vientos. Dirigibles de hidrógeno podrían usar RTGs para controlar su vuelo, según el estudio, a pesar de todo las fugas de gas seguirían siendo un problema.
Sondas supendidas similares a helicópteros serían otra opción, aunque no serían algo posible inmediatamente, señaló Dorrington
Un avión de ala fija a reacción a gran altura es otra posibilidad. Un motor a reacción quemaría oxígeno líquido y el metano de la atmósfera de Titán volando a Mach 0.85, calculó Dorrington. Esta nave podría dar la vuelta a Titán a 6000 metros de altura en tan sólo 30 horas.
Pero este diseño, como todos los demás, tiene incertidumbres y desventajas. Por un lado, transportar el oxígeno líquido a Titán podría ser difícil. Y el sistema no funcionará si las concentraciones de metano en la atmósfera de Titán fueran inferiores a los valores medidos Huygens.
El análisis final
Dorrington plantea estas y otras opciones sin recomendar ninguna de ellas a los planificadores de la próxima misión a Titán. Esto se debe a conocer el mejor concepto de la sonda depende de las prioridades y los detalles de la misión.
La decisión clave, dijo, es si los científicos quieren que la sonda se mantenga a una buena altitud o no. Si se desea que la sonda viaje a poca altura e incluso tome muestras, por ejemplo, un globo con una cuerda de arrastre podría ser una buena opción.
Pero no es seguro que ninguno de estos conceptos viaje en la próxima misión de Titán. Todas las sondas aéreas tendrían una desventaja significativa en comparación con los vehículos de exploración o los módulos de aterrizaje: su capacidad de carga útil. Debido a que necesitan mantenerse en el aire, tanto globos, como dirigibles y aviones, no podrían transportar demasiados equipos científicos.
Dorrington afirma que el peso de los instrumentos científicos no podría superar el 3 o 4% del peso total en la mayoría de estos conceptos. Para las sonda de superficie, como los módulos de aterrizaje, esta cifra podría suponer entre el 15 al 20%. Por lo que los científicos que desean buenos resultados científicos en relación al dinero gastado podrían desear un módulo de descenso en lugar de una sonda aérea.
Por supuesto, plataformas aéreas tienen sus atractivos: pueden explorar una porción mayor de la superficie de Titán, así como proporcionar una visión amplia de la luna. Permanecer en el aire durante meses podría también dar un buen rédito al dinero invertido.
"Si tenemos en cuenta el costo por cada bit de información útil, las misiones de larga duración ganan", concluyó Dorrington.
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Fuente original
Publicado en Odisea Cósmica
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