Open: Memorias, de Andre Agassi

Publicado el 03 marzo 2017 por Covadonga Mendoza @Cova_Mendoza

T.O.: Open. An Autobiography, 2009

Editorial: Duomo ediciones, 2014

Traducción de Juanjo Estrella González
480 páginas

Autobiografía del tenista Andre Agassi.

Tenis, tenis y más tenis. La autobiografía de Agassi gira en torno a este deporte, y abarca todas las facetas de su vida, dominada por la inevitabilidad de jugar, competir, ganar y perder, luchar por ser el mejor.

El autor relata cómo comenzó a entrenar obligado por la obsesión paterna de cumplir en el hijo un sueño que no había logrado por sí mismo. Los duros entrenamientos a los que se sometía, el lento progreso hasta hacerse conocido, el detallismo con el que relata algunos de los partidos (juego a juego, golpe a golpe) o la relación con varios de sus compañeros, desde pelotear siendo niño con su admirado Björn Borg y la arrogancia de Jimmy Connors, a los enfrentamientos con su némesis, Pete Sampras, entre otros (Roger Federer, Boris Becker, Rafael Nadal...).

También se recrea en las manías o rituales antes de entrar en la pista, sus entrenadores, que llegan a ser parte de su familia, las lesiones, el sufrimiento que soportaba en algunos partidos, los viajes por el mundo en busca de la siguiente competición, la soledad, detalles que satisfarán a quienes interese especialmente la faceta deportiva del protagonista.

Además, la obra incide, sobre todo en su primera mitad, en la compleja relación entre el tenista y su progenitor, un hombre implacable decidido a que el muchacho triunfase (el autor rememora repetidamente sus enfrentamientos una máquina lanzapelotas modificada, a la que llama el dragón, y le hace sentir diminuto, desvalido), con quien mantiene una relación entre el amor y el odio similar a la que tiene con el tenis.

"De pronto mi padre disponía ya de su pista de tenis en el patio trasero, lo que significaba que a partir de entonces yo ya tenía mi cárcel. Yo mismo había alimentado a quienes habían construido mi prisión. Había ayudado a pintar las líneas blancas que servirían para confinarme. ¿Por qué lo había hecho? No tenía otra opción. Ésa es la razón por la cual hago todo."
"Después de años oyendo a mi padre despotricar contra mis fallos, una derrota ha bastado para que yo mismo asuma sus críticas. He interiorizado a mi padre -su impaciencia, su perfeccionismo, su rabia- hasta que su voz no sólo suena como la mía, sino que es la mía. Ya no necesito que mi padre me torture. A partir de ese día, eso puedo hacerlo yo solito."

También se dedica espacio a las mujeres de su vida, desde un primer amor por Wendi, una recogepelotas de su edad, hasta sus matrimonios con Brooke Shields (ella le convenció para que dejase de ponerse peluca y se afeitase la cabeza) y Steffi Graf, relaciones que parecen predestinadas y relata en cierto detalle, sobre todo la de Stefanie, quien es la primera persona que entiende y comparte su relación con el tenis ("Hablamos de tenis por primera vez. Cuando le digo que odio el tenis, ella se vuelve hacia mí con un gesto que significa: pues claro. ¿No lo odiamos todos?").

"Esa noche, tras celebrarse la final, tiene lugar el famoso Baile de Wimbledon. Llevo años oyendo hablar de él, y me muero por asistir, porque el ganador baila con la ganadora de la final femenina y en esa edición, como en casi todas las celebradas en los últimos tiempos, la ganadora es Steffi Graf. Yo me enamoré de ella desde que la vi concediendo una entrevista en la televisión francesa. Me impactó, me deslumbró su gracia discreta, su belleza natural. Era como si su aspecto, de algún modo, mostrara que olía bien. Y, además, que era buena, una persona intrínseca, esencialmente buena, llena de rectitud moral y de una clase de dignidad que hoy ya no existe."

Destaca la estructura de la obra, que empieza por un final (la inminencia del último partido antes de la retirada) para luego relatar el inicio de su carrera, a los siete años, y termina con un comienzo, el de la escuela que ha construido en Las Vegas.

"Juego al tenis para ganarme la vida, aunque odio el tenis, lo detesto con una oscura y secreta pasión, y siempre lo he detestado. Cuando este último fragmento de mi identidad encaja en su lugar, me pongo de rodillas y susurro: por favor, que acabe todo esto. Y después: no estoy preparado para que acabe todo esto"


Las memorias, escritas entre Agassi y J. R. Moehringer (premio Pulitzer de periodismo y autor de su propia autobiografía, El bar de las grandes esperanzas, obra que impresiona al tenista y motivo por el que le pide ayuda para escribir la suya), están narradas en primera persona y presente, con algún que otro salto temporal, sin guiones para indicar los diálogos, aunque no resulta difícil de leer.

En resumen, Open es una autobiografía irregular (dependiendo de qué faceta de la vida del autor interese más), con altibajos (demasiados relatos de partidos), a veces superficial y otras profunda que, más allá del deportista de élite, muestra a la persona, con sus contradicciones, intensidad, dudas, pasión, sufrimiento, romanticismo. Y es que, si bien el tenis parece el tema principal, trata de la vida, como dice Agassi en las palabras que quiere dirigir a los alumnos de la primera promoción de su escuela:

"La vida es un partido de tenis entre extremos opuestos. Ganar y perder, amar y odiar, abrir y cerrar. Reconocer pronto ese doloroso hecho ayuda. También hay que reconocer los extremos opuestos que hay en nosotros, y si no podemos entregarnos a ellos, o reconciliarnos con ellos, debemos al menos aceptarlos y seguir adelante. Lo único que no podemos hacer es ignorarlos.

¿Qué otro mensaje espero poder transmitir? ¿Qué otro mensaje podrían esperar ellos de alguien que dejó el colegio a los catorce años, y cuyo mayor logro, el logro del que más orgulloso se siente, es esta escuela?"


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