Operación Évole

Publicado el 24 febrero 2014 por Felipe @azulmanchego
ENTIENDO QUE LOS telespectadores estén cabreados con Jordi Évole. Es lógico. Inicialmente, a mí tampoco me hizo demasiada gracia. Jugar con los sentimientos y la buena voluntad de la gente tiene sus riesgos y el especial de la Sexta sobre el 23-F es un ejercicio de osadía difícil de digerir.
Pero no descubro nada nuevo si digo que uno de los ingredientes básicos de la televisión es el espectáculo. Vale que con las cosas de comer no se juega, que diría un castizo, pero en esa clave y no en otra cabría situar la muy follonera ‘Operación Palace’ ante la que tantos se están rasgando las vestiduras.
Dicho lo cual, convendría remarcar que no todo vale en la despiadada lucha por el share. Atraer audiencia a cualquier precio, obvio es decirlo, no puede dejar indiferente a nadie, tal y como acreditan los furibundos, y también elogiosos, comentarios en Twitter. Yo no me dí por ofendido aunque, lógicamente, cada uno es libre de interpretarlo como considere. 
Comprendo el enfado de muchos por este grandioso fake, pero nadie puede sentirse estafado cuando, al final, se admite la engañifa. En demasiadas ocasiones se puede comprobar la falsedad de muchas de las informaciones que nos han vendido como auténticas y nadie se escandaliza tanto. 
Aun así no creo que la falsa realidad sobre el 23-F recreada por Évole sea una patraña o una charlotada, como aseguran sus detractores. Por muy descolocados que nos haya dejado. Yo no lo hubiera hecho, claro, pero genialidades como las de Jordi no abundan en el secarral televisivo. Valor, desde luego, no le falta al de Cornellá.