Operación Jaque a Chávez.

Publicado el 01 enero 2013 por Jmartoranoster
Posted on 1 enero, 2013 by juanmartorano

Henry Escalante

El pasado 22 de noviembre se cumplieron 49 años del Magnicidio del, entonces presidente John F. Kennedy. De tal hecho, se acusó al ciudadano estadounidense Lee Harvey Oswald. Éste, a su vez, fue asesinado por el mafioso Jack Rubi, con lo que la celebración de un juicio para determinar si él era el culpable y, si alguien colaboró con él, desapareció. Motivo por el cual, desde entonces, las dudas persisten sobre si, realmente, Oswald, haya sido el autor del asesinato del presidente Kennedy. Todos los posibles sospechosos (CIA, Mafia, Anticastristas, Ultraderecha, Magnates Industriales, Altos Mandos Militares, Industria Militar), tenían en común, un nombre que sin duda ha dejado una huella imborrable en todo lo que puede considerarse como secreto y espionaje interno, en la última mitad del Siglo XX en los EE.UU: Howard Hunt. Dicho personaje, tenía implicaciones con personajes tan relevantes como Hoover o Nixon, y conexiones con el mundo secreto norteamericano y la extrema derecha, su paradero final nunca se supo.

Hunt fue visto, según muchos testimonios, en Dallas ese 22 de Noviembre de 1963, cerca de los escenarios del Magnicidio. Si bien, es cierto que Hunt fue, como apuntan casi todos los indicios, uno de los tiradores del Magnicidio; la Conspiración de Dallas, es más que evidente e incluiría a todos o al menos, a algunos de los actores arriba indicados. O sea, que Kennedy fue asesinado por parte de la oligarquía política, militar y/o económica de los EE.UU. Estas son las grandes dudas y sospechas que rodean al asesinato de John F. Kennedy.

En la República Bolivariana de Venezuela, en tiempos de la cuarta república, pudiéramos encontrar una situación similar, aún no investigada en profundidad por nuestros historiadores e historiadoras, el caso Diógenes Escalante. Era, por aquellos años, embajador de Venezuela en los EEUU, gobernaba aún, Isaías Medina Angarita, corría 1945. Durante su administración, Isaías Medina Angarita impulsó una política moderada de apertura democrática a la cual se enfrenta una tendencia que pretendió acelerar dicho proceso. Esas dos concepciones, se endurecen al aprobarse la reforma de la ley electoral, la cual no incluye la votación universal, directa y secreta para la sucesión presidencial; tal como, lo exigía la oposición. Rómulo Betancourt y AD, presentan el alcance de la reforma electoral como signo inequívoco de la escasa disposición del gobierno a concretar las reformas democráticas. Por otro lado, en las Fuerzas Armadas, una generación de jóvenes oficiales ven sus aspiraciones de ascenso obstruidas por viejos militares a quienes acusaban de atrasados, corruptos y de no querer abandonar el poder. Los sectores civil y militar insatisfechos, entran en contacto. Un grupo de oficiales, encabezados por Marcos Pérez Jiménez y Carlos Delgado Chalbaud se reúnen con Raúl Leoni y Rómulo Betancourt. A ellos, se unen luego, Luis Beltrán Prieto Figueroa y Gonzalo Barrios. La conspiración se pone en marcha.

Durante el año 1945, el ex presidente Eleazar López Contreras le había provocado un complejo problema al gobierno medinista. Buscaba, su postulación a la Presidencia. Había alertado sobre el “uso” que aún le podía dar a su uniforme militar. El problema de la elección del nuevo presidente llevaría a la postulación, por parte del PDV, partido de gobierno, de Diógenes Escalante —embajador en los EEUU— y, a un acuerdo entre el gobierno y AD alrededor de dicha candidatura para iniciar un proceso de democratización en 1946. Dicha aspiración unitaria se vendría abajo, cuando Escalante afirma que le robaron las camisas; le demuestran que sus camisas están en su ropero, mientras él afirmaba que se las cambiaron. La tesis de su locura se puso sobre el tapete del debate político nacional de esos tiempos. Unos médicos diagnosticaron arterioesclerosis; otros, esquizofrenia. El entonces presidente y, amigo personal de Escalante, Harry Truman, envió un avión a Caracas para llevárselo a un hospital norteamericano. Con esa salida, el imperio sellaba la crisis “institucional” y mandaba su señal para que actuaran militares y civiles. Los políticos socialdemócratas, liderados por Rómulo Betancourt, junto a un grupo de militares de alto rango (encabezados por Delgado Chalbaud y Pérez Jiménez) tomaron el control de las riendas políticas del país, mientras que, Escalante “disfrutaba” de su locura en Estados Unidos, donde luego desaparecía del panorama político nacional. El golpe de Estado a Medina Angarita se concretaba. EEUU revertía así, las políticas en defensa de nuestros recursos petroleros, iniciadas por el gobierno de Isaías Medina Angarita.

Entre 1985 y 1986, el imperio de EEUU intentaba el derrocamiento del gobierno del FSLN en Nicaragua. Para tal fin, los EEUU pusieron en marcha una operación militar que conllevara al derrocamiento de los sandinistas en el poder, nacía así, la Contra nicaragüense. Operaba la contrarrevolución desde países vecinos. Para su mantenimiento y, sostenimiento en el tiempo, surgió lo que se conocería posteriormente como la operación Irán-Contra. Reagan, entonces presidente, permitió que EEUU vendiera armamento al gobierno de Irán, estando éste, en plena guerra contra Irak, dinero del cual, se financiaban las operaciones de la Contra nicaragüense, actividad que estaba prohibida por el Senado estadounidense. Asimismo, otro actor entraba en la jugada, los Cárteles de la droga, a través del Cártel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, Gonzalo Rodríguez Gacha y Juan Matta Ballesteros. Las relaciones entre la CIA y el cartel de Medellín, quedaron al descubierto en las declaraciones de Ernest Jacobsen, agente de la DEA, en la investigación que abriría la Cámara de Representantes de EEUU, una vez se hiciera público el escándalo Irán-Contras, llamado mediáticamente el Irangate. Según publicó Gary Webb en el periódico Mercury News de San José (California), la CIA vendió toneladas de cocaína en Estados Unidos durante esos años, para pasarle las ganancias a la Contra nicaragüense. Los autores de la operación fueron sometidos a juicio político, algunos condenados y otros perdonados, como fue el caso de Elliott Abrams, para entonces asistente del presidente Reagan, Oliver North, Otto Reich jefe de la Oficina de Diplomacia Pública para América Latina y el Caribe, John Negroponte y el Almirante John Poindexter. Tras las sombras, aparecía la figura de Roger Noriega quien, entonces, se desempeñaba en la Agencia para el Desarrollo Internacional, la tenebrosa USAID; desde allí, supervisaba, oficialmente, la denominada “ayuda no letal” a la Contra nicaragüense. La investigación del caso, dejaría al descubierto el verdadero rol de Noriega en la operación Irán-Contra, cuando un delincuente vinculado al Cártel de Medellín y dedicado al lavado de dinero en Miami, testificaría ante un comité senatorial admitiendo que él, personalmente, había “limpiado” 230.000,00 dólares a través de una cuenta bancaria, utilizada para esas operaciones “no letales” dirigidas por Roger Noriega.

Así como, Howard Hunt, en tiempos pasados, fue el agente encargado de dirigir las operaciones secretas de los organismos de inteligencia del imperio de EEUU, hacer la labor sucia; en los tiempos que corren, Roger Noriega se ha convertido en esa especie de súper agente del mal. Así lo vimos actuar, en el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en Honduras. En el golpe de Estado que derrocó a Aristide en Haití. Además de ejercer altos cargos en tiempos del genocida internacional George W. Bush, en que se desempeñara como Sub Secretario de Estado y Embajador de EEUU ante la OEA. Muy activo en su apoyo al golpe de Estado de abril de 2002, en Venezuela. Como bien lo informara José Vicente Rangel, en su momento: “Historia que algunos pretenden que se olvide, primero, en el cúmulo de información hasta ahora confidencial que comenzará a aparecer próximamente sobre el Golpe del 11 de abril de 2002 en Venezuela, hay datos que tienen que ver con la reunión que hubo con Otto Reich ex embajador en Venezuela, Roger Noriega y el jefe de gabinete de George W. Bush, Andrew Card, con representantes venezolanos que viajaron de urgencia a Washington en medio de los acontecimientos de lo que estaba sucediendo y la orientación de movimiento contra el presidente, Hugo Chávez”, refirió, José Vicente Rangel.” (http://colarebo.wordpress.com/2011/01/24/venezuela-datos-confidenciales-del-golpe-de-estado-del-2002-saldran-a-la-luz/,24-01-2012). Por eso, cuando hablamos de Noriega, lo hacemos también, de un conglomerado de fuerzas del mal que, incluyen no solo la mafia anticastrista de Miami, sino narcotraficantes internacionales, vendedores de armas, el Pentágono, factores de la inteligencia del imperio de EEUU, medios de comunicación de la burguesía imperial y nacional (Globovisión, Venevisión, El Nacional, Últimas Noticias, El Universal, El País, entre otros). En fin, la ultraderecha internacional.

Desde 2011, Roger Noriega viene impulsando una campaña basada en la salud del presidente Chávez. Millones de líneas escritas, en los medios de la burguesía nacional e internacional, se han desplegado con el objetivo último de crear condiciones para desestabilizar la paz de las y los venezolanos. Este siniestro personaje, desde hace más de un año viene desplegando esa línea mediática desde el Nuevo Heraldo de Miami y CNN, creando incertidumbre sobre la salud del presidente Chávez. Así, en junio de 2011, el Nuevo Heraldo informaba según, supuestas “fuentes de inteligencia”, que el presidente Chávez padecía un “cuadro clínico crítico, no grave”, para entonces, el camarada Chávez, días antes, era operado por primera vez de un tumor canceroso en la hermana República de Cuba. Desde esos medios, las fuerzas del mal se han encargado de bombardear la opinión pública de nuestro continente de falsas y malas noticias sobre la salud del camarada Presidente Chávez. Campaña que se ha intensificado, tras la derrota que le infligiera el camarada Chávez el pasado 7 de octubre, tal como lo afirmara James Petras: “Al ser preguntado sobre la situación pre-electoral venezolana, expresó: “Es evidente. Todas las encuestas muestran que Chávez tiene entre un 20 y un 30% de margen de ventaja sobre la derecha y su candidato, Capriles”. En este contexto, Petras añadió que la CIA y el gobierno de Obama obviamente no pueden derrotar a Chávez por la vía electoral; “por eso ahora están en la línea de varias intrigas”. (http://comunicacionpopular.com.ar/ee-uu-planea-acciones-contra-chavez-ante-derrota-electoral-opositora/).

Roger Noriega, se ha convertido en el líder de cierta oposición que se expresa en Globovisión, a través de medios impresos como El Nacional y El Universal, medios digitales como Noticiero Digital, Noticias 24 y otros. Recientemente, a través de Julio Borges y Rocío San Miguel, entre otras/otros apátridas. Su objetivo no es otro, sino propiciar desinformación y, a través de ella, propiciar condiciones que permitan generar situaciones proclives a desestabilizar el país, vías al golpe de Estado; lo que nos explica sus llamados a nuestra Fuerza Armada Bolivariana, crear rupturas en su seno y dentro del partido de gobierno y sus aliados. Se trata, nada más y nada menos, que una operación de alta envergadura, “Operación Jaque Chávez”, la hemos denominado, para referenciarla de alguna forma. A la cabeza de la cual, los organismos de inteligencia imperial, la mediática burguesa internacional y la ultraderecha, las mafias del narcotráfico y anticastristas, la delincuencia refugiada en Miami y Perú, han designado al capo mayor, jefe del Cártel centroamericano, y enemigo acérrimo de la Patria de Simón Bolívar, el cubano-estadounidense Roger Noriega.

El camarada Presidente Hugo Chávez nos ha dado la clave para derrotar tamaña operación contra la Patria: Unidad, Unidad y más Unidad, para vencer. Pueblo y Fuerza Armada Bolivariana, juntos seremos invencibles!!!

henryesc@yahoo.es

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