Revista Política

Operación Libertad Iraquí : La mayor mentira del gobierno de Bush

Publicado el 16 junio 2010 por Joaquintoledo

bush
Todas las personas en edad promedio capaces de entender lo que significaba una guerra y una invasión, fuimos testigos de una de las mentiras más grandes de la historia contemporánea. El presidente George W. Bush anunció la inminente invasión a Iraq al afirmar que su gobierno sospechaba de que Sadam Hussein buscaba hacerse con armas de destrucción masiva, y como el país del tío Sam, desde el 11 de septiembre, había emprendido una campaña en contra del terrorismo mundial, se tomó al gobierno iraquí, como un amparador de Al-Qaeda que buscaba perturbar la paz mundial creando armas que podrían devastar ciudades y desaparecer naciones enteras.
La ONU, entidad creada con fines loables, pero lamentablemente manipulada por su miembro más poderoso (es decir Estados Unidos), envío sus delegados respectivos a investigar si existían dichas armas que aniquilarían la paz y la civilización en Medio Oriente. Nada fue encontrado  y la guerra parecía lejana. Pero el gobierno de Estados Unidos, cínicamente, continuó buscando un pretexto, y no lo encontró, siguió empecinado en lo mismo, en las AMD, sin que se encontrara ninguna prueba de ello. Fueron enviados otros investigadores de la ONU y nuevamente la respuesta fue que no se había encontrado nada. Bush, y su gobierno, seguían creyendo que Iraq era una amenaza para la región y para el mercado petrolero mundial, por ende se debía intervenir a toda costa.
La historia que desembocó en una nueva guerra
Cuando Iraq fue derrotada en 1991 en la segunda Guerra del Golfo luego de que invadiese Kuwait y mantuviese en su poder numerosas armas químicas, se le prohibió el uso de las mismas y se llevó a cabo una ocupación del país, si bien Saddam Hussein continuó en el poder. Hubo algunas otras restricciones que se fueron ablandando, por ejemplo,  cuando se permitió la venta de petróleo al exterior a cambio de que el dinero ganado sea utilizado en medicinas o alimentos para la sufrida población civil sobreviviente, aunque la RAF y la fuerza aérea estadounidense continuaron sus incursiones durante muchos años más, generando más víctimas. En 1998 los inspectores de la ONU son expulsados e Iraq parecía aislado y sumiso durante años, con Hussein en el gobierno y las  represalias contra un sufrido pueblo.

Luego de los atentados del 11 de septiembre del 2001 y la invasión a Afganistán, Estados Unidos empezó a especular acerca de vínculos entre Al-Qaeda y el gobierno de Hussein. Sea como sea, las ADM tampoco eran encontradas y el tiempo a Bush se le acababa. Se da un ultimátum a Iraq y nada sucede. Y así se pasó a conformar la llamada coalición, siendo Estados Unidos, el Reino Unido, España, Portugal, Italia y otros países los principales, otros se unieron más tarde como Israel o Kuwait. Pero Bush también tendría poderosos opositores tales como Francia y Alemania (una alianza jamás antes vista), China, Rusia, México, Chile, etc. Sin embargo,  nada efectivo o práctico  se hizo para detener la coalición y se mantuvieron neutrales de ahí en más. Los inspectores de la ONU, estaban sobrando en Iraq, la guerra se llevaría a cabo sí o sí. El conflicto no tendría entonces la aprobación de la ONU y tendría prácticamente el carácter de ilegal, sin embargo, ¿quién se opondría a Estados Unidos y Gran Bretaña? 


El inicio de la guerra

El 20 de marzo del año 2003 comenzaba una nueva invasión de Iraq, sin una declaratoria de guerra oficial. En un principio los estadounidenses desplegaron 225 mil efectivos, 8000 tanques, 400 helicópteros, y alrededor de 600 aeronaves. Además de soporte naval y portaviones. Los ingleses por su parte aportaron 45 mil soldados, casi 300 blindados, 100 aviones y unos 16 barcos de guerra. Australia desplegó 2 mil efectivos, otras tres fragatas y algunos aviones y helicópteros. Mientras tanto Saddam, impotente dio la orden de defender cada metro cuadrado del país. Se estima que sus fuerzas ascendían a 327 mil soldados, y unos 400 mil en reserva. Alrededor de 2200 tanques, aunque muchos de ellos tan antiguos como los t-54. Contaban además con otros miles de vehículos de diversos tipos. En artillería tenían casi 3 mil antiaéreos, casi 800 lanzaderas de misiles, 300 aviones y unos 90 helicópteros. Respecto a los aviones eran antiguos, de fabricación soviética, excepto por los Mirage y menos de la mitad del total estaban activos para el combate.
Y así empezó la guerra, cuando los anglosajones y americanos bombardearon Bagdad desde el mar primero y por aire poco después. Los iraquíes desplegaron su poder artillero y lanzaron tres misiles contra Kuwait sin tener en claro porque, ya que no cambió el curso de las cosas. Poco después la superioridad de los carros de combate americanos destrozó por completo las primeras líneas iraquíes, la fuerza aérea de estos, a propósito, no intervino. Los americanos intentaron acabar con las defensas de radar iraquíes pero durante la primera semana les fue casi imposible, y se rumoreó una colaboración rusa en ellos. Poco después los yanquis se hacen con el puerto de Um Qasr y se adentraron sin problemas hasta el puente de Nasiriya donde hubo muchos muertos y algunos capturados americanos.

Esto desde el sur del país. Desde el norte 1000 paracaidistas se unirían a los kurdos para la guerra de guerrillas que debía presionar a Bagdad en dos frentes. En el sur las cosas marcharon mejor cuando fue vencida la resistencia en Nasiriya, y los blindados de la coalición avanzaron raudos por el desierto hasta que una tormenta de arena los detuvo y esto dio algún tiempo a los iraquíes para replegarse. Ante la amenaza kurda en el norte, se lanzaron 37 misiles tierra-tierra ocasionando bajas a sus enemigos.


La caída de Bagdad y el fin de la campaña

Como era de esperarse, los iraquíes no estaban preparados para detener semejante invasión. Pero no se rindieron sin oponer resistencia y determinaron que la ciudad capital se debería defender hasta el fin, para ello establecieron dos anillos defensivos, mientras al sur continuaban los combates y la División Hammurabi era enviada a detener a los kurdos al norte.

Estratégicamente se llenó la ciudad de blindados, se hicieron incendios para dificultar la visión de los aviones  y  todo parecía indicar que se daría origen a una batalla épica casa por casa, lo cual no sucedió. La coalición venció fácilmente los anillos defensivos, esto se debió a la deserción de tropas y los soberbios ataques aéreos de los aliados. Se tomó el aeropuerto y las bajas militares en las calles de Bagdad fueron insignificantes aunque si hubo varios cientos de muertos entre civiles, la capital caía así el 1 de abril. Todos parecían haber estado esperando el final de la guerra, sin embargo,  los crueles bombardeos ya habían acabado con la vida de enfermos, mujeres y niños, así como de un importante patrimonio arqueológico, cuyos remanentes fueron saqueados y robados.
¿Era el fin? Bush lo anunció oficialmente el 1 de mayo del 2003, pero la verdad es que muchos iraquíes continuarían la llamada guerra de guerrillas contra los americanos, hostigándolos hasta la actualidad. En total a Estados Unidos le había costado la vida 173 de sus soldados y otros 500 heridos, y por supuesto, miles de millones  de dólares que serían recuperados más tarde por obra del petróleo iraquí.

Las bajas militares iraquíes se cuentan hasta los 6 mil efectivos. Bush luego de eso tuvo que encarar atentados de represalia entre sus aliados, una costosa guerra, la crisis económica mundial, la recesión en su país, los guerrilleros iraquíes y el reclamo más conocido de la historia: ¿Dónde están las armas de destrucción masiva? Quizá por eso George Bush en uno de sus últimos discursos como presidente se disculpó y se marchó apenado alegando que había sido una lástima no encontrar dicho armamento pero que la invasión, al menos, había servido para acabar con el régimen de Saddam, y en Iraq se implementaría un gobierno de transición rumbo a la democracia. Sin duda alguna depende de los mismos iraquíes aprovechar esta generosa oportunidad para evitar que su pueblo siga sufriendo injusticias ya sea por su propio gobierno, así como externos.

Finalmente, la presión de tantos años pesó y en mayo de 2003 la ONU da la autorización para que Estados Unidos y Reino Unido puedan disponer de los recursos petroleros iraquíes sólo para reconstruir el país, prácticamente la guerra se puso sobre el tapete, además es bien sabido que lo que buscaban los anglosajones era defender sus intereses de mercados del famoso “oro negro”. Sin embargo y a pesar de que era una resolución ambigua en su entender, no hablaba de guerra directamente, pero fue una excusa que Estados Unidos anotó en sui agenda.

Escrito por: Joaquín Toledo, especialista en historia del mundo, historia antigua y  con amplia experiencia en investigaciones sobre conflictos bélicos.


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