La amenaza británica se ha consumado hoy al dar inicio nuestros enemigos a la Operación Lustre: el traslado de tropas británicas desde el puerto de Alejandría hasta el puerto de El Pireo en Grecia con la que pretenden constituir su fuerza expedicionaria en los Balcanes. Desde hoy, los británicos enviarán convoys de tropas escoltados por buques de guerra a intervalos regulares de tres días.
Al mismo tiempo, Gran Bretaña continúa con su política de hacer amigos y ha roto las relaciones diplomáticas con Bulgaria. El diplomático George Rendel ha entregado al Gobierno búlgaro una airada nota en la que Gran Bretaña protesta por la cooperación activa de Bulgaria con Alemania en lo que constituye una grave amenaza contra Grecia, el aliado de Gran Bretaña, y resulta “incompatible con el mantenimiento de la representación diplomática británica en Bulgaria.”
Al entregar la nota de protesta, el señor Rendel ha añadido una nota verbal de su propia cosecha llena de mordacidad. Según Rendel, Bulgaria ha “envenenado sus relaciones y retrasado su civilización un siglo atrás. Durante años he intentado tratar a los búlgaros como un pueblo civilizado occidental. Ahora, eso parece imposible.”
A los soviéticos tampoco les ha hecho mucha gracia la intervención alemana en Bulgaria, habiendo declarado el Kremlin en un alarde de agudeza política que “no favorece a la paz en los Balcanes.” En breve, unos y otros –británicos y soviéticos- obtendrán su merecido.
Es lebe Deutschland!