Para mí es un testimonio exquisito sobre los fusilamientos que tuvieron lugar en un descampado de la provincia de Buenos Aires en 1956 redactado con todos los atractivos de los dos bandos. Por un lado, la labor periodística está perfectamente documentada. Se pueden seguir los pasos de la investigación y la reacción de la sociedad argentina frente a la noticia. Por otro, la historia está narrada de una manera que verdaderamente te engancha, con unos pasajes llenos de fuerza y significado, con una prosa clara y en algunos casos demoledora.
Por cierto, prestad atención al epílogo.