La paz de la que disfruta Occidente se asienta en el liderazgo militar de Estados Unidos en el mundo, en sus operaciones militares y su presencia en más de un centenar de países merced a las bases militares y las operaciones en curso.
El grado de intervención militar varía de unos países a otros, desde la presencia de una base, pasando por una operación puntual, hasta un despliegue de mayor alcance. Sin esta presencia militar estadounidense, las empresas occidentales ya podían despedirse de hacer negocios.
Un vistazo rápido nos lleva a los escenarios más calientes del mundo, donde Estados Unidos mantiene desplegadas fuerzas militares equipadas y preparadas para el combate. A fecha actual son 12 operaciones militares abiertas con objetivos distintos y un grado de despliegue diferente en cada caso.
En Afganistán se mantienen las operaciones antiterroristas contra Al Qaeda, Daesh (Estado Islámico) y los talibanes. Alrededor de 9.000 soldados estadounidenses siguen desplegados en el país con misiones variadas: asesoramiento, entrenamiento y operaciones especiales.
En Irak quedan 3.500 soldados para mantener a raya a los yihadistas del Daesh y Al Qaeda, proteger la embajada, entrenar y asesorar a tropas locales, estabilizar el país y actividades de Inteligencia.
En Siria la intervención norteamericana se centra en bombardear con aviones de combate y drones a las sabandijas de Daesh y Al Qaeda, así como entrenar, asesorar, financiar y armar a fuerzas locales.
En Yemen las fuerzas estadounidenses combaten a la rama más peligrosa de Al Qaeda: Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) mediante ataques con drones y operaciones especiales. Estos ataques han sido algunos de los más exitosos, eliminando a destacados cabecillas terroristas, como el número dos de AQAP, Naser Al Wuhayshi.
En Somalia combatimos a los descerebrados de Al Shabab, otra rama islamista radical de Al Qaeda, mediante soldados de operaciones especiales y agentes de Inteligencia.
En Djibouti también hay fuerzas militares norteamericanas para combatir a los terroristas de Al Qaeda y Daesh (Estado Islámico). Operaciones especiales un día sí y otro también.
En Níger el trabajo de Inteligencia se lleva la palma para controlar el Sahel. También hay alrededor de 200 efectivos militares.... más o menos, según las necesidades del momento.
En Cuba mantenemos tropas desplegadas en la base naval de Guantánamo, famosa por sus bellas e incomparables instalaciones para los reos yihadistas.
En los países del África Central hay desplegados unos 300 soldados ocupados en tareas de combate contra las fuerzas del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), de Joseph Kony, y para proteger a los habitantes de estos países azotados por la barbarie de los radicales.
En Egipto se mantienen 700 militares, que forman parte de una misión multinacional de observación que opera en el país desde 1981.
En Jordania hay destacados alrededor de 2.200 soldados para reforzar y apoyar las fuerzas armadas jordanas y mantener la seguridad del país, que tiene frontera con Irak y Siria. El territorio jordano nos viene bien para entrenar a rebeldes sirios que luchan contra el régimen de Bachar el Asad y los matarifes de Daesh.
En Kosovo las fuerzas militares estadounidenses, unos 700 efectivos, se ocupan de tareas de seguridad para mantener un entorno seguro y garantizar la libertad de movimiento.
Estos son los destinos calientes, con operaciones militares de envergadura, aunque hay muchos más en los que se mantienen operaciones especiales puntuales y trabajo de Inteligencia, por ejemplo, en países tan entretenidos como Irán, Corea del Norte, Rusia, China, Nigeria, Colombia y Ucrania.
Y es que no hay como las fuerzas armadas y la Inteligencia estadounidense para ver mundo.