Artista: Opeth
Álbum: Heritage
Año: 2011
Género: Heavy progresivo
Duración: 56:46
Nacionalidad: Suecia
El 10º álbum de estudio de OPETH, tiene dos características notorias que lo hacen un disco muy bueno, para mi gusto el mejor que han realizado hasta la fecha. Primero, el estilo musical del grupo se “suaviza” en pos de un progresivo audible y ortodoxo y, segundo, recibe el toque mágico de Steven WILSON en la mezcla e ingeniería musica, situación que se me antoja como explicación de lo primero, aunque este señor no haya escrito una de las rolas en el disco.
Con "Heritage" (Patrimonio), OPETH nos exhibe los sonidos que ha heredado de sus ascendientes, como lo son atmósferas de una densidad palpable en los teclados al mejor sazón KING CRIMSON, teclados análogos torturados a la tradición ELP, rasgueos de guitarra que refieren a Steve HACKETT, vanguardismo musical cual GENTLE GIANT renacidos, contrastes, equilibrios y emociones desbordados en genialidad compleja, ortodoxamente progresivo como lo hicieren (por ejemplo) ÄNGLAGÅRD, y así… pero no quiero seguir con referencias que conduzcan a los clásicos. Mejor quiero destacar el valor de estos suecos para dar tal giro a su propuesta, motivo para decepción de unos y descubrimiento de otros.
Lo mires del lado que lo mires, o dicho de otra forma: lo escuches de la forma que lo escuches, "Heritage" es un álbum pa'romper con estructuras. Seguramente muchos lo aborrecerán, sobre todo antiguos fans que idealizaban los estruendos metaleros que OPETH profería hasta hoy, pero muchos otros alabarán lo hecho, pues el patrimonio que esta banda nos presume aquí, incluye lo que el propio grupo es por sus raíces y su crecimiento en tantos años.
Comentario de mi amigo Lino
Opeth siempre se han caracterizado por no repetir dos veces la misma fórmula, por huir siempre hacia delante y, salvo contadas ocasiones, no mirar nunca atrás. Y eso es lo que nuevamente han hecho en este disco. Por fin, y pese a que siempre afirmaron que hacían los discos que querían y no los que los fans les pedían, esta vez cumplen su afirmación por completo. Un disco enteramente Åkerfeldt. Por supuesto que el resto de la banda aporta su granito de arena, pero 'Heritage' es el disco con el que Mikael siempre soñó. Ya lo tiene. Y aunque debe pulir aun muchos aspectos si pretende ganarse el respeto en esta nueva onda progresiva clásica que acomete (más bien está obligado a ello), la simiente ha arraigado bien, las raíces comienzan a expandirse, y el terreno está lo suficientemente abonado como para que el árbol de Opeth crezca recio y frondoso.Javi Moreno Vega
Lo primero y más importante que debería revisar seriamente, es su tonalidad vocal. Lo que antaño era la perfecta conjugación entre sus versiones extrema y limpia, con la fuga de la primera de ellas, ahora se ha convertido en una voz monótona y lineal, carente apenas de matices que suena de igual manera en la hard rockera 'Slither', que en los temas más oscuros como 'The Devil’s Orchad', o en el experimental 'Nephente'. Salvando este pequeño gran hándicap, estamos ante una maravilla de trabajo.
'Heritage' arranca con el tema homónimo, una delicada pieza instrumental a piano, que es la única a portación del nuevo teclista, Joakim Svalberg, tras la salida del grupo de Per Wiberg, quien tuvo tiempo de grabar el disco (salvo este tema) antes de confirmar su marcha. El single 'The Devil’s Orchad' ya lo conocíamos, y sigue la estela mostrada en 'Watershed', siendo el tema más reconocible de los Opeth conocidos hasta el momento, con un Hammond genial mientras Åkerfeldt entrelaza líneas sueltas con su guitarra a la vez que muestra su rango vocal más oscuro, dentro de la limpieza de su voz, claro está.
'I Feel The Dark' es muy ambiental, llevando el peso del tema las guitarras acústicas y el mellotrón, a la vez que opresiva y pesada, sirviendo casi como puente entre su etapa anterior y esta nueva faceta más progresiva. La dureza que imprime Axenrot con sus baquetas en momentos puntuales es la nota diferencial de un tema que va de menos a más. Con 'Slither', como decía, se aventuran en terrenos hard rockeros con Hammond, guitarra y batería dando caña setentera al estilo del arco íris, como homenaje al gran Dio, saliendo bien parados. No es ni mucho menos un tema por el que serán recordados, pero se trata de un homenaje y como tal hay que entenderlo. Agradezcamos la originalidad que hay en ello, en vez del manido recurso habitual de versionar por enésima vez algún clásico del homenajeado. Opeth no son así, afortunadamente, aunque este no es su terreno.
'Nephente' viene cargada de una atmósfera muy liviana y enigmática, con un inicio un poco disperso y lento, nuevamente apoyado en las teclas de Wiberg, en el que poco a poco Åkerfeldt se va adueñando del tema tanto en voz como en acústica, acompañado de una batería muy jazz, que llena huecos en vez de servir de guía, al igual que las líneas de bajo de Mendez. Por otro lado, 'Haxprocess' es todo un ejercicio progresivo experimental, de sonidos asonantes y aparentemente anárquicos, con pinceladas aquí y allá aparentemente inconexas que, lejos de lo que una primera escucha puede deparar, en el fondo forman un todo bien estructurado con un interesante juego entre sus elementos acústicos y las partes más jazzys.
opeth - heritageDe lo mejorcito del álbum encontraremos en 'Famine', falsamente introducida por un ritmo étnico a base de bongos que acaba derivando en toda una oda al rock progresivo clásico con una sección de viento ligero, junto al Hammond y la guitarra eléctrica, sencillamente magníficos. Esta vez sí, Åkerfeldt logra imprimir a su voz gran variedad de matices, desde su dulce inicio a capella acompañada de piano, hasta los delirios finales en los que se muestra mucho más angustiosa y tétrica. El contrapunto lo hallaremos en 'The Lines In My Hand', dinámica de nuevo y muy jazzy al inicio, con bajo y batería comandando el barco hasta la aparición de la guitarra, alternando eléctrica y acústica. La voz de Mikael aparece filtrada y muy abrupta, perdiendo su característico tono fangoso y sonando algo sintética. Aunque sea repetitivo, he de decir que solo por la labor de 'los Martin' (Mendez y Axenrot, al bajo y batería, respectivamente) este corte se posiciona entre los grandes del disco.
'Folklore' muestra a Åkerfeldt dibujando riffs tan soberbios como sinuosos sobre los que se construye el resto de la composición, y un trabajo de Axenrot en parches y sobre todo platos de lo más fino que le he escuchado nunca. Los cambios de ritmo y ambiente se van sucediendo a lo largo de un corte que si hubiera conseguido ligarlos mejor sería de matrícula, aunque su sección final seguramente lo sea. Cerrando la versión estándar de 'Heritage' encontramos 'Marrow Of The Earth', similar al instrumental inicial del disco en concepto, aunque utilizando la guitarra acústica en vez del piano, identificándose en ella ciertos toques propios del sinfonismo setentero, especialmente reminiscentes de las mágicas acústicas que Howe aportaba a Yes.
Espero que el disco les guste como a mí.
Lista de Temas:
01. Heritage
02. The Devil's Orchard
03. I Feel The Dark
04. Slither
05. Nepenthe
06. Haxprocess
07. Famine
08. The Lines In My Hand
09. Folklore
10. Marrow Of The Earth
Alineación:
- Mikael Akerfeldt / vocals, guitar
- Fredrik Akesson / guitar
- Per Wiberg / keyboards
- Martin Mendez / bass guitar
- Martin Axenrot / drums