¡Sir Kennet Branagh! Sir, ni más ni menos:
¡Qué honor, y, qué demonios, qué bien te queda el título! Cuánto me alegré el otro día al leer la noticia de que habías sido declarado caballero por la reina de Inglaterra, porque siempre he sabido que tú eras una de esas personas que tenía talento e inteligencia suficiente como para conseguir grandes cosas, y esta, sin duda alguna, es una de las más grandes.
Era yo joven y hermosa cuando saqué por primera vez de la biblioteca la película Mucho Ruido y pocas nueces y dije, después de verla, “oye, pues que me ha encantado”, y es que no solo me encantó la película, también uno de sus protagonistas, que me pareció tener un carisma especial y una sonrisa maravillosa que era capaz de traspasar la pantalla. Ese eras tú, querido Kenneth, joven y hermoso (como yo) actor de cine al que acabaría idolatrando años después.
Tengo que confesar, que si no voy a dar la imagen equivocada a los lectores de que me paso de guay, que el momento de la idolatración llegó cuando te vi interpretando a Gilderoy Lockhart, personaje de la saga de Harry Potter que enamoraba a todas las brujas y que consiguió enamorarme a mí también, siendo yo una corriente muggle. En ese
Pero no, no lo tenías todo porque te faltaba el título honorífico. Ahora ya molas al 100%. La Reina Isabel II de Inglaterra tiene el poderío de nombrar caballero a toda aquella persona nacida en su territorio que consiga, a lo largo de su vida, llevar “lo inglés” a lo más alto. Algunos de los “sirs” más famosos son Elthon John, el Doctor House o Paul McCartney, vamos, gente que lo peta pero de verdad.
Ya sé que las comparaciones son odiosas pero una no puede dejar de comparar a su país con el resto del mundo, y ver cómo se valora la creatividad en otros países y cómo la valoramos en España. Podría empezar diciendo que en España casi casi casi la creatividad está vista como una enfermedad más que como un mérito. El creativo es esa persona que está ahí, haciendo sus cosicas que no entendemos muy bien, que generalmente no suele tener un trabajo como Dios manda, y que a veces incluso produce esa mezcla de pena y cariño con la que se mira a un cachorrito en el centro de acogida de animales.
De todas formas, he de reconocer que Gran Bretaña y España son dos países que pueden estar cerca geográficamente, pero muy lejos en lo que a cultura se refiere. La elegancia inglesa jamás encajaría en nuestro territorio, al igual que tampoco lo hace Gibraltar, y no podemos comparar a nuestros artistas con los suyos, porque ambos son maravillosos, aunque de diferente manera. Volviendo a ti, Kenneth Branagh, ¿quién te parece que sería el primer español en ser nombrado “sir a la española”? ¿Manolo Escobar por haber sido el artífice del famosísimo pasodoble ¡Que viva España!? No lo acabo yo de ver.
En cualquier caso, disfruta de tu nombramiento, porque yo pienso que te lo mereces. Y disfruta más todavía de esto: y es que tienes el honor también de ser uno de los actores por un lado, y directores por otro, favoritos de:
@Perradesatan