A Daren, la reunión de trabajo en el continente vecino le supone más que una agradable estancia y un suculento contrato. Una seductora mujer, de la que ni siquiera llega a conocer su nombre, le procura entre las dunas una experiencia mucho más que excitante.
Dos años después, cuando ambos guardan todavía en su memoria la imagen de aquel encuentro, un sexi culotte morado aterriza en el patio del piso de Daren...
Un culotte que él recuerda muy bien, y que ella no está dispuesta a perder.
Es el segundo libro que leo de Mayeda Laurens y me ha gustado mucho más que el primero (el segundo me lo salté, mea culpa).
En algo pasa con Daren nos encontramos bonitas, divertidas, alocadas y extrañas coincidencias y situaciones, pero todo está narrado de tal manera que hace honor a la palabra "Serendipity".
Esta novela es como saborear un café bien hecho, es como unir pequeños trozos de tu corazón e ir recomponiéndote, es una bonita casualidad.
Mayeda hace que leer esta historia sea una delicia y es que estuve enganchada desde la página uno.
Para gran deleite del lector y/o lectora, la autora, juega con el pasado y el presente de los personajes constantemente, de alguna manera, necesita hacerles recordar esa conexión, necesita hacernos recordar esas miradas que quemaban...
Me gusta que la historia vaya creciendo poco a poco, que página a página tanto Elisa como Daren nos vayan enseñando lo bueno y lo malo de su carácter, lo bueno y lo malo de sus trabajos, lo bueno y lo malo de pensar con la cabeza y el corazón...
Esta historia es un puzzle, pero algo distinto a lo que tenemos en mente o pensamos al asociar esta palabra. Tenemos las piezas, sabemos el lugar de dichas piezas, pero hay pequeños huecos que la autora rellena a las mil maravillas con situaciones locas, con situaciones tiernas, con momentos de alto voltaje, pero todo narrado con mucha delicadeza, con mucho tacto y quietud.
Ya sabéis que me ponen nerviosas los "insta loves" y las cosas que suceden rápido, pero me he encontrado con que todo va al paso al que tiene que ir, ya que todo tiene su tiempo.
Algunos de los personajes de libros anteriores y de libros posteriores se unirán a algunos planes y nos darán pequeñas pistas de su situación sentimental, de su forma de ser o cómo han evolucionado, aunque sean pequeños matices, los he agradecido.
No quitéis el ojo a la mejor amiga de Elisa, ni tampoco, a un amigo de Daren, ya que estos personajes
aportan una frescura inusual y algunas chispas.
Algo pasa con Daren es una novela para leer con los cinco sentidos. Nunca el café había sido un elemento o un personaje inanimado, pero con tanto cuerpo, tantas formas y tanta alta tensión.
He tardado una semana en leer la historia, pero no quería que se acabase, así que la he disfrutado de principio a fin. Toda una grata sorpresa.