Béa, Alice, Sam y Elisabeth se conocen en un lugar donde ninguno de ellos desearía estar. De edades distintas y con vidas que poco tienen en común, todos ellos recibieron hace poco una mala noticia sobre su salud y a partir de ahora se encontrarán regularmente en las sesiones de quimioterapia. Pero pronto Béa, una mujer de mediana edad, fuerte y muy vital, les hará ver al resto que siempre existe una manera de poner al mal tiempo buena cara. De ahí nacerá el Club de los Optimistas, un grupo exclusivo que tomará iniciativas insólitas y divertidas y en el que también saldrán a la luz sus secretos, temores y esperanzas. Porque todo problema, por grave que sea, puede desdramatizarse si se le aplican unas gotas de tranquilidad, una pizca de ánimo y un generoso chorro de empatía. Tomarse las cosas con optimismo puede ser la mejor medicina.
El club de los optimistas es una novela verdaderamente sorprendente. Me ha hecho reír y llorar al mismo tiempo (hace siglos que no me ocurría).
Es simplemente un canto a la vida, es muy bonita, bella, conmovedora y maravillosa esta historia. Es de esos libros que no sabes que te depara, que lo lees con los ojos cerrados, pero desconoces el viaje que te tiene preparado.
Si, es la vida misma la que relata esta historia, pero con unos toques tan extraordinarios que la hace inolvidable para el lector. Cuando una novela me gusta tanto o me llena tanto como el club de los optimistas, no se que contar o que decir para que os acerquéis a esta historia.
Gavin ' s Clemente - Ruiz me encanta como utiliza el humor, pero no un humor ofensivo u malo, un humor vital, un humor que logra romper el hielo en muchas ocasiones, que logra romper el dolor, la incertidumbre, un humor como terapia.
Me ha gustado mucho los personajes que ha elegido para dar vida a esta historia y que estos personajes cuando cierres el libro, te sigan acompañando.
Béa, Alice, Sam y Elisabeth ( Greg, no me olvido de tí) tienen su pasado (algunos de ellos con mochila emocional a sus espaldas), tienen un presente claro y un futuro incierto y que se difumina, pero Béa (mi personaje favorito) es la que coge el toro por los cuernos y une a este extraño grupo de muchas maneras. En una novela para leer con los cinco sentidos, para devorar (la gastronomía escogida es exquisita), para escuchar ( deberíamos escucharnos más a nosotros mismos, pero también a las personas que nos quieren, aunque les acabemos de conocer), es una novela para devorar, para empezar a cantar, para olvidarnos de hacer el ridículo y disfrutar de cada instante de la vida...etc.
No me esperaba para nada este "road trip emocional" , pero me he hecho adicta a este tipo de novelas.
El club de los optimistas se ha convertido en una de esas lecturas indispensables para cualquiera que quiera dar un salto en su vida y no se atreva. Es una novela valiente.
No sabía que me iba a encontrar entre estas páginas y he decidido ser una "optimista" y unirme al club de Béa, Alice, Sam , Elisabeth y de Greg .
Muy recomendable.