Opinión de El Secuestro dirigida por Gabriel Olivares

Por Miss_cultura @miss_cultura
10 feb. 2017
Paco (Jorge Roelas) es un carnicero al que están a punto de cerrarle el mercado donde lleva trabajando toda su vida, desesperado, decide que su mejor opción es secuestrar al hijo del ministro (Fran Nortes) de cuyo voto depende el cierre… pero llega su hermana (Diana Lázaro)… y su cuñado (Leo Rivera)… y todo se complica… más… y aún más… mucho más.

Si aún no tenéis planes para este fin de semana, todavía estáis a tiempo de conseguir vuestra entrada para ver secuestro, en el "pequeño teatro de Gran via". Y antes de empezar a explicar los motivos por los cuales no os podéis perder esta obra de teatro, os pondré a continuación, cuando podéis ir a disfrutarla de principio a fin. Miércoles y jueves: 20:00 h. Viernes y  Sábados 19:00 y 21:00 h.  Domingos 18:00 h.  Funciones extra 1 y 15 de mayo  a las 18:00 h.
Secuestro, puede que a primera vista, penséis que es una comedia llena de enredos, que entretiene , te ríes y poco más. Pero, personalmente diría que :  Gabriel Olivares , dirige una obra de teatro que es tan imprevisible como la vida, tan irónica como el destino y tan picante como es comerse una guindilla, pero a su vez sorprende por su carga social, y por como esta tratada. Hace mucho que no podía dejar de reír como lo he hecho con secuestro , porque a pesar de lo que les pasa a sus personajes, la sonrisa o en este caso la carcajada es mayor arma que otras que puedan hacer más daño. En secuestro, otra de las cosas que me han gustado, es como al principio parece ser que Paco (Jorge Roelas) es el que lleva la voz cantante, pero de repente su hermana toma las riendas, y cuando las deja la hermana, es el cuñado y así van rotando los personajes y su protagonismo.
El elenco de esta obra son unos monstruos sobre el escenario, es admirable como por ejemplo el cuñado de Paco , es capaz de cambiar de registro sin apenas pestañear, la hermana del personaje de Paco, pasa de un estado a otro...etc  Secuestro, es un carrusel que nunca para, incluso en los pocos silencios que hay en el escenario, los espectadores miran a los actores cómplices y están pensando ¿De que forma hablará? ¿Cómo saldrá al paso?
No solo es una divertida obra de teatro, es la comedia en mayúsculas, es una obra en donde los problemas que tienes los dejas en la puerta y aunque entras sin saber que te vas a encontrar, sales riendo y también, entre risa y risa, reflexionas pero siempre con una sonrisa perpetua en la cara.
Recomendadísima.