OPINIÒN DE LA CARTA, LA BRUJA Y EL ANILLO (LOS CASOS DE LEWIS BARNAVELT 3) de JOHN BELLAIRS

Las vacaciones de Rose pintan de lo más aburridas sin Lewis. Hasta que una misteriosa carta que habla de un anillo mágico llega a manos de la señora Zimmermann, y ocurre lo inesperado...Y las dos se embarcan juntas en un terrorífico viaje para descubrir el paradero del anillo.¿Podrán enfrentarse solas a los misterios ocultos que las esperan?
Tras La casa del reloj en la pared y Una figura en las sombras, nos reencontramos una vez más con los personajes creados por John Bellairs para vivir una nueva e intrigante aventura.

En esta tercera entrega de Los casos de Lewis Barnavelt, los personajes masculinos quedan totalmente apartados desde el principio y son las chicas quienes toman el protagonismo de la novela. Rose Rita piensa que su verano va a ser un rollo, pues Lewis se marcha a un campamento al que solo pueden ir niños. Sin embargo, sus aburridas perspectivas de quedarse en casa cambian de repente, cuando la señora Zimmermann recibe una carta en la que le informan de que un familiar suyo ha fallecido y le ha dejado en herencia su granja y un extraño anillo mágico que ha escondido en el interior de la propiedad. Ella no da ningún tipo de credibilidad a los poderes de la joya, pero aun así no le queda más remedio que acudir a la granja para comprobar su estado y firmar el papeleo pertinente. Aprovechando las circunstancias, la mujer planea hacer un viaje turístico por carretera a modo de vacaciones y decide invitar a Rose Rita a que la acompañe. A partir de ese momento, las dos amigas se embarcan en una aventura que las conducirá a conocer nuevos personajes, nuevos lugares y a enfrentarse con una fuerza maligna que parece que les va pisando los talones por mucho que se alejen. Además de esta trama principal, cargada de misterio, de oscuridad, de magia y de tétricos enigmas, La carta, la bruja y el anillo trata también sobre la búsqueda de identidad y la angustia de temer no llegar a ser nunca quien los demás esperan que seas, del miedo a estar roto, a que algo por dentro no funcione del modo adecuado y te convierta en un bicho raro. Rose Rita está a punto de empezar el instituto y se da cuenta de que no le gustan las cosas que «deben» gustarle a una chica. Ella es buena en deportes, es ágil, decidida y poco le interesan los bailes o las citas. Así que, a lo largo de las páginas, tendrá varios enfrentamientos consigo misma y con las expectativas que la sociedad parece tener sobre ella. Al final este tema queda muy abierto, sin haber profundizado en él apenas, así que no sé si en los tomos que quedan (que ya fueron publicados de manera póstuma) se retomará. De todos modos, conviene no olvidar que esta novela fue publicada por primera vez en 1976 y que por suerte hay aspectos sociales que han cambiado, al menos un poco, desde entonces. Me gusta mucho el personaje de Rose Rita. Diría que es mi favorita de esta serie y quizá por eso este libro ha sido mi preferido hasta el momento. Me gusta su personalidad fuerte, su seguridad, su valentía, su fortaleza, su imaginación, su inteligencia y su capacidad para resolver dificultades. Y me gusta que, aunque en un momento dado me diera la sensación de que no se iba a atrever a hacerlo, al final el autor mantuviera el protagonismo femenino hasta el final, sin arrebatarles el mérito de resolver el asunto ellas solas. Independientemente de esto, me parece que los libros siguen una dirección ascendente en cuanto a trama, desarrollo de personajes y todo en general. Cada uno que leo me gusta más que el anterior, me resulta más entretenido, más ameno y más completo. En todos ellos, aunque los escenarios vayan variando, reina esa aura misteriosa, oscura y un tanto perturbadora. Y John Bellairs mantiene su tono misterioso y divertido tan característico de estos libros. La carta, la bruja y el anillo ha sido una lectura muy entretenida y emocionante. La trama me enganchó desde el principio y el ritmo ameno consiguió que no pudiera dejar de leer, animada, además, por la intriga. Como añadido a esto, las ocurrencias de Rose Rita le han dado ese toque simpático que ilumina el ambiente tenebroso de esta serie. Magia, misterio y una niña que busca su identidad cuando está a punto de convertirse en adolescente han conseguido que este libro se convierta, por mucho, en mi favorito de Los casos de Lewis Barnavelt.

—Opinión de Inés Díaz Arriero—