Mexicoland me hizo pensar en muchas cosas.
Tantas que me abruman.Este libro…(para mí al menos) es más que una historia distopica,….es más que las aventuras de Cuauhtémoc.Es una verdad disfrazada de humor negro.Es un recordatorio a no olvidar como se está viviendo, a cómo podremos estar….a imaginar un futuro tan excéntrico... Tan extremadamente ridículo…que puede llegar a ser real..Que de alguna manera ya lo es.Nos cuenta como el México del futuro se dividió en dos partes después de una guerra civil, quedando la parte “buena” de un lado, y dejando la corrupción, los crímenes y demás gente malvada del otro lado de un muro. Como después de eso, se unifico un México nuevo, con leyes justas, tolerancia cero, educación, trabajo, restaurando zonas turísticas, etc, etc, etc.
Solo que esos privilegios no eran para todos, no todo lo que enseñaban en las escuelas era lo correcto, o todo lo que se veía en la televisión ocurría en verdad. Los puestos de trabajo “importantes” como gerencias, jefes de área, eranheredados y los demás solo obreros, mal pagados y con muy pocos derechos.Más o menos como se vive actualmente. Mexicoland es una gran crítica, no solo a México, si no a varias naciones que tienen el mismo mal: corrupción y avaricia. Pero sobre todo hace un gran dictamen a las empresas, a esas corporaciones que están perdiendo de vista lo más importante de su arsenal: las personas.Actualmente (al menos en México), hay un área en las empresas que se encarga de contratar y despedir al personal. Esta área por lo regular es llamada: Recursos humanos.Recursos humanos.Como si solo fuéramos una cosa más…y lo somos para ellos. Porque somos prescindibles…desechables si lo quieres ver de esa manera, porque cuando ya no le sirves a una empresa simplemente te corre, te da una pequeña compensación o una pensión que no te alcanzara para nada, mientras que ya le diste los mejores años de tu vida. Recursos humanos.Muchos han tratado de cambiar ese término por: Capital Humano o Talento humano, pero sigue siendo lo mismo.No digo que las empresas sean malas a este punto…porque ellas impulsan la economía del país, genera empleos… son necesarias. Pero que tanto es su poder?He visto en persona que muchas de ellas tienen sueldos bajos, jornadas de trabajo muy pesadas. Otras con bajas seguridad e higiene, instalaciones deprimentes, unas incluso no les dan seguridad social a sus empleados.Tampoco digo que las empresas deben dar todo, porque no es así. No todo debe de ser blanco o negro…tiene que haber grises…un equilibrio, tiene que ser justo.Les resulta familiar?
Has sentido alguna vez impotencia por una situación similar? Has visto alguna vez una injusticia salir impune?Yo sí.Es cuando me doy cuenta que hay veces que tu voz se pierde, con el susurro de otras plegarias, reclamos y lamentos. Se pierden entre los gritos de personas con “poder”, porque su voz vale más que la tuya. Con hombres y mujeres contaminados, corrompidos por un sistema de personas que carecen de valores, moral y vocación de servicio.Es por ello que les mencione al principio que este libro era más que una historia para mí. Por ello, no les hable mucho de los personajes y sus aventuras. No porque no fueran importantes o interesantes, porque lo eran. Solo que en mi interior esto es lo que me surge con Mexicoland. De abrir los ojos…de no dejarnos contaminar con prácticas fáciles y corruptas, para no creer todo lo que digan en la televisión o Internet (porque muchas de ellas son noticias falsas o incompletas). Para no atontarnos porque dos celebridades llevaron el mismo vestido a una gala, en una revista o programa….Sino en lo importante. Que es generar un cambio….comenzar a construir un futuro, uno sano (tanto en economía, política y sociedad). Y el cambio no necesariamente es con violencia, porque eso nos convertiría en los mismos monstruos que estamos tratando de quitar…si no como Jaime lo hace en su libro: con información y la divulgación de la verdad.