Cuando las fronteras entre la imaginación y la realidad saltan por el aire, una mujer irrumpe en el teatro, a punta de pistola, para dar una charla de Juan José Millás. Acosada por la policía y el propio autor, su alegato es la demostración de una tesis a vida o muerte: Ella, es él. Quien domina las palabras, domina la realidad
Miércoles que parecen jueves de Juan José Millas, con dirección de Mario Gasy la actuación de Clara Sanchis me ha fascinado.
Ese brusco y peculiar comienzo junto con ese inesperado final me han dejado sin palabras y me han gustado mucho.
El ir navegando entre ideas, entre disparates o no, entre la realidad y la ficción me ha entusiasmado. Esta obra parece que es inconexa, que divaga, que navega entre mil cosas y no termina de profundizar en nada, craso error, y en ese juego que mantiene con las palabras, con el pensar, con el darle vueltas hace de miércoles que parecen jueves una obra muy especial.
El principio hace que te remuevas en tu butaca y pienses, pero ¿Qué está ocurriendo? Pues no lo sabes y no lo intuyes y es genial, ya que el espectador entra en la obra de golpe, pero ¿No es así cómo llegan las ideas?
El tono mordaz, hilarante, casi de mofa en algunos momentos y casi de llorar, pero te empiezas a reír, porque si no te deprimes es algo que disfruto y me gusta que me aporten las obras.
Clara Sanchís se engrandece con cada palabra, con cada afirmación, con cada historia, con cada locura y me encanta, ya que siempre está arriba y nunca decae, nunca hace que pienses ¿Cuándo se termina? No, te mantiene expectante, como si leyeses tu libro favorito o empezases a leer crimen o castigo (guiño).
Me gusta Juan José Millas y tenía miedo de que la obra fuese algo distinto a lo que es, tenía miedo de que al leerle o escuchar en la radio sus aventuras no me gustase, pero ha sido un viaje alucinante, una charla genial.
¿Estuve escuchando a Millas o no lo hice? Todavía estoy dudando y no sé si es bueno o malo. Clara como lo hace tan convincente y tan Juan José, pues me lo he creído hasta por un momento.
El modo de plantear la trama, el problema, lo que ocurre es inteligente por parte del director. Mario Gas se nota que es quisquilloso y se nota en algunas partes de miércoles que parecen jueves.
Os animo a descubrir la razón por la cual dije lo anterior, pero os doy una pista: no es lo mismo hablar de literatura y de hijos o de cierta ferretería.
Así que Clara se va quitando capas, se pone en diferentes perspectivas y utiliza distinto tono de voz, pero es parte de esta realidad o ficción.
Hace siglos que una opinión de teatro fluía y mis dedos vuelan sobre el teclado, pero es que es una obra además de reflexiva, inteligente y genial.
Creo que deberían verla muchos padres/madres, hijos/as y profesores/as y creo que saldrían con una visión completamente distinta sobre muchas cosas tales como: educación, vida, pensar, vivir, imaginación...
Clara Sanchis interacciona con el público, les hace salir de su zona de confort y es que Juan José Millas siempre nos está retando, nos está planteando preguntas muy peculiares...
Había gente hablando de esta obra y decían ¿No os ha parecido descorazonadora? ¿No os ha parecido desalentadora?
En algunos aspectos, si y fue duro escucharlo en voz alta y me sentí triste, pero creo que si está obra nos hace salir cuestionando todo es genial.
De mis favoritas de este año. Maravillosa.